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El truco de los expertos para elegir la mejor fruta del supermercado: la clave está en el ombligo

Elegir la mejor fruta del supermercado
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Ahora que ha llegado el otoño, los supermercados y las fruterías se llenan de uno de los productos estrella de la temporada: las naranjas. Su alto contenido en vitamina C, folatos, flavonoides y antioxidantes hacen de esta fruta uno de los alimentos más recomendados por los profesionales de la salud. Sin embargo, para aprovechar al máximo sus beneficios y disfrutar de su sabor, es esencial conocer algunos consejos básicos sobre cómo elegir la mejor fruta en el supermercado.

Aunque las naranjas están disponibles todo el año, en España se recolectan desde octubre hasta junio. Las primeras en llegar al mercado son las navelinas, seguidas por las navel y las lane late. «Una naranja demasiado verde puede madurar en el árbol, pero su sabor nunca será el mismo que la que se recolecta cuando el azúcar y la acidez están equilibrados. Por eso es importante no solo mirar el color, sino también confiar en la procedencia», explica la ingeniera agrónoma María Ferrer, investigadora en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA).

¿Cómo elegir la mejor fruta?

El conocido como «ombligo» de la naranja, el cual podemos observar como una pequeña protuberancia o hendidura en uno de los extremos, es una especie de «segunda naranja» que se desarrolla dentro de la fruta principal. Esta característica es típica de las variedades navel y navelate, especialmente apreciadas por su dulzura y su textura jugosa. «Las variedades con ombligo suelen ser una elección segura para quienes buscan una fruta equilibrada entre dulzor, acidez y aroma». explican desde la web polaca Kobieta.

En cambio, las variedades sin ombligo suelen tener una pulpa más fibrosa y menos azucarada, ideales para zumos, pero no tan agradables para comerlas directamente. El ombligo, por tanto, se convierte en un indicio visual de que la fruta pertenece a una variedad más dulce y fácil de pelar.

Más allá del ombligo, los fruteros coinciden en que el aspecto exterior es clave para elegir la mejor fruta del supermercado. «Una piel uniforme y de color naranja brillante indica que la fruta está madura y lista para consumir». En cambio, si se observan zonas verdes o manchas, es probable que la naranja haya sido recolectada antes de tiempo, lo que se traduce en un sabor más agrio.

También es importante fijarse en la textura de la cáscara. Una piel firme, con poros pequeños y poco profundos, corresponde a una fruta de pulpa compacta y jugosa. Por el contrario, una piel demasiado gruesa o arrugada puede indicar pérdida de humedad. Otro truco práctico consiste en comparar el peso: si cogemos dos naranjas del mismo tamaño, la más pesada será la que contenga más zumo en su interior.

Una vez en casa, conviene guardarlas a temperatura ambiente, en un lugar fresco y bien ventilado, sin apilarlas demasiado. En invierno, se pueden mantenee en perfecto estado durante una o dos semanas. Nunca se deben lavar antes de almacenarlas, ya que la humedad favorece la aparición de moho. Tampoco es recomendable envolverlas en plástico.

Etiquetado

Cuando la fruta se vende a granel, las fruterías y supermercados están obligados a mostrar de forma visible y legible cierta información junto al producto. Entre los datos que deben figurar se incluyen el país de origen, la categoría comercial (Extra, I o II) y la variedad o tipo comercial de la fruta.

En el caso de la fruta envasada, ya sea en bandejas, mallas o cajas, la etiqueta debe incluir una serie de datos obligatorios. Entre ellos, la naturaleza del producto, el nombre de la variedad o especie, la categoría (Extra, I o II), el calibre, el nombre o razón social y el domicilio completo del productor, distribuidor o envasador. Además, debe figurar el país de origen y, de forma opcional, la región o zona de producción, junto con el lote y la cantidad neta del contenido.

Valoración nutricional de la naranja

«Las naranjas destacan por su elevado contenido en ácido ascórbico o vitamina C, ya que una pieza de tamaño medio aporta alrededor de 82 mg de este nutriente esencial, superando la ingesta diaria recomendada de 60 mg. También son una importante fuente de folatos, que contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas, y de carotenoides con actividad provitamínica A, principalmente β-criptoxantina, además de otros carotenoides sin dicha actividad, como la luteína y la zeaxantina.

En su composición se encuentran diversos ácidos orgánicos, como el málico y, sobre todo, el cítrico, así como ácidos hidroxicinámicos (ferúlico, caféico y p-cumárico) con destacada acción antioxidante. Las naranjas también son ricas en flavonoides, entre los que destacan la hesperidina, neoshesperidina, naringina, narirutina, tangeretina y nobiletina. En cambio, el zumo de naranja contiene mucha menos fibra y menores concentraciones de vitaminas y minerales, por lo que se recomienda priorizar el consumo de la fruta entera y fresca», detalla la Fundación Española de la Nutrición.

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