Calambres musculares: qué son, por qué vienen y cómo eliminarlos
Evitar los calambres musculares es sencillo con simples ejercicios
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Confinamiento y teletrabajo domiciliario han contribuido a que muchas personas retomen la actividad física con mayor intensidad que antes de la pandemia. Un sobreesfuerzo físico suele estar detrás de la aparición de los calambres musculares. Te explicamos cómo tratarlos para aliviar sus síntomas.
Aunque la fatiga y el agotamiento físicos suelen ser los principales responsables de los calambres musculares, cualquier persona puede llegar a experimentarlos. Se manifiestan en forma de contracciones musculares repentinas e involuntarias que producen un dolor intenso y punzante.
La mayoría de las veces, se localizan en las piernas, sobre todo en los gemelos, y los pies. A veces se puede llegar a apreciar un bulto duro de tejido muscular bajo la piel.
Además del dolor, el calambre nos obliga a parar, ni que sea por unos instantes. El músculo o grupo muscular afectado se contrae de tal manera que resulta imposible proseguir con la actividad. Un masaje puede aliviar esos síntomas, aunque no deja de ser una solución puntual.
Por qué surgen
A pesar de su frecuencia, algunos factores favorecen la aparición de calambres musculares: el estrés y la pérdida de minerales que genera, la falta de hidratación durante el ejercicio físico, el embarazo, la pérdida de masa muscular en personas mayores o la existencia de enfermedades como diabetes, trastornos nerviosos, hepáticos o tiroideos.
Consejos y remedios para aliviarlos
Bebe abundante líquido cada día, especialmente agua. Lo principal es evitar la deshidratación, sobre todo en días calurosos.
Acostúmbrate a realizar estiramientos antes y después del ejercicio o cualquier sobreesfuerzo físico.
Un masaje con árnica, planta que se emplea para aliviar golpes, artritis y rigidez muscular. Se puede preparar en infusión y aplicar, masajeando a continuación, sobre la zona afectada. También puedes elegir algún producto a base de árnica (esprays, formato roll on, crema, etc.) disponible en farmacias o herbolarios.
Los cambios de temperatura pueden ayudar a tratar los molestos calambres. Los expertos recomiendan la terapia de frío durante 20 minutos cada 4 horas. El dolor del calambre también se puede disminuir con paños calientes aplicados sobre la zona muscular afectada.
Añade almendras a tu dieta. La ingesta de 20 gramos nos aporta el magnesio diario que necesitamos y perdemos por culpa del estrés y la ansiedad.
Cambia de postura para prevenir la aparición de calambres. Si estás sentado, ponte de pie; si estás recostado, cambia de posición e intenta mantener las piernas elevadas.