¿Qué santos se celebran hoy, sábado 16 de agosto de 2025?
El santoral de hoy celebra a San Roque patrono de los perros y “abogado” contra los virus y las enfermedades
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¿Qué santos se celebran hoy, sábado 16 de agosto de 2025? El santoral de la Iglesia Católica recuerda en este día, a uno de los santos más queridos y venerados en todo el mundo: San Roque, cuya vida estuvo marcada por la fe como la de todos aquellos que han sido beatificados, pero también estuvo al servicio a los enfermos y se caracterizó por una humildad que lo convirtió en símbolo de esperanza en tiempos de epidemias. Un santo que es además patrono de los perros.
Pero San Roque no es el único protagonista de este día. La Iglesia también conmemora a Santa Serena de Roma, una emperatriz que, según la tradición, tuvo el coraje de interceder por los cristianos en una época marcada por una de las persecuciones. Además, el 16 de agosto se celebra la memoria de San Esteban de Hungría, un rey que supo gobernar con mano firme pero con un corazón profundamente cristiano. Fue un monarca que no dudó en proteger a los pobres, defender la fe y poner todo un reino bajo la protección de la Virgen María. Conozcamos a continuación, y al detalle, la vida de estos tres santos, pero además os vamos a enumerar al resto de santos que se celebran en este día.
San Roque
Pocos santos han alcanzado una devoción tan universal como San Roque, nacido en Montpellier (Francia) en el siglo XIV. Desde muy joven destacó por su sensibilidad hacia los necesitados. Tras la muerte de sus padres, y siendo aún muy joven, decidió renunciar a la comodidad de su hogar y repartir parte de su herencia entre los pobres. Vestido como peregrino, emprendió un viaje hacia Roma, decidido a recorrer los caminos de la fe y conocer el corazón de la cristiandad.
Su historia se entrelaza con uno de los momentos más oscuros de Europa: la peste. Allí donde esta enfermedad devastaba ciudades, San Roque acudía para atender a los enfermos, ofreciendo consuelo, oración y, en muchos casos, sanación. Ciudades como Génova, Rímini o Cesena lo recuerdan como un hombre que, con la simple señal de la cruz, devolvía la esperanza y la salud a quienes ya la habían perdido.
Su entrega fue tal que acabó contagiado de la misma peste a la que tanto combatió. Para no ser una carga para nadie, se retiró a una cueva, donde sobrevivió gracias a la providencia: un perro le llevaba pan cada día, en una imagen que ha quedado para siempre en la iconografía cristiana. Tras su recuperación, su vida siguió siendo un ejemplo de humildad, hasta su muerte en 1378. Desde entonces, su nombre se invoca contra las enfermedades contagiosas y es considerado protector de enfermos y peregrinos así como patrono de los perros.
Santa Serena de Roma
La historia de Santa Serena se sitúa en el siglo III, en pleno Imperio Romano. Se cree que fue esposa del emperador Diocleciano, uno de los gobernantes que más duramente persiguió a los cristianos. Sin embargo, las fuentes históricas sobre su vida son escasas, y en ellas se entremezclan la leyenda y la tradición.
Serena habría intentado proteger a los cristianos de las persecuciones, algo que, en un contexto de hostilidad, la puso en el punto de mira del propio poder imperial. Según algunas tradiciones, fue repudiada por el emperador y sufrió martirio a causa de su fe. Lo que sí parece claro es que su memoria ha perdurado como ejemplo de valentía y compasión.
San Esteban de Hungría
San Esteban, nacido en 977, fue mucho más que un rey. Hijo del príncipe Geysa y de la princesa Sarloth, se educó en el cristianismo desde su infancia, en una época en la que Hungría aún estaba marcada por costumbres paganas. Al asumir el gobierno tras la muerte de su padre, Esteban emprendió una misión clara: consolidar la fe cristiana en su pueblo y construir un reino cimentado en los valores del Evangelio.
Fundó monasterios, impulsó la construcción de iglesias y creó obispados para garantizar la presencia de la Iglesia en todo su territorio. Su compromiso con los más necesitados era tan profundo que se ganaba el respeto de pobres, viudas y huérfanos, a quienes trataba como un verdadero padre.
Su devoción a la Virgen María lo llevó a consagrar su reino a su protección, un gesto que lo convirtió en una de las figuras más queridas de la historia cristiana. Tras una vida de servicio, marcada también por dolorosas pruebas personales (como la pérdida de sus hijos), murió el 15 de agosto de 1038. Sus restos reposan en Hungría.
Otros santos que se celebran el 16 de agosto
- San Armagilo.
- San Arsacio.
- Santa Beatriz da Silva.
- San Frambaldo de Le Mans.
- Santa Rosa Fan Hui.
- San Teódulo.
- San Tito el diácono.
- Beato Ángel Agustín Mazzinghi.
- Beato Enrique García Beltrán.
- Beato Gabriel Sanchís Mompó.
- Beato Juan de Santa Marta.
- Beato Juan Bautista Ménestrel.
- Beato Lorenzo el Coracero.
- Beata Petra de San José Pérez Florido.
- Beato Plácido García Gilabert.
- Beato Radulfo de Fusteia.
- Beato Simón Bokusai Kiota y compañeros.