La llamativa razón por la que te desvelas en la cama nada más meterte aunque tengas mucho sueño
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Seguro que en más de una ocasión te has ido a la cama con mucho sueño, y nada más meterte te desvelas como por arte de magia. Se trata de un fenómeno muy frustrante que les ocurre a muchas personas, y puede suceder por diferentes causas: estrés, insomnio…
La profesora de neurociencia Nicole Avena de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York explica lo siguiente, según recoge ‘Business Insider’: «Es muy común que las personas se sientan cansadas y luego nerviosas, cuando finalmente es hora de relajarse».
¿Cuáles son los principales motivos?
Puede darse el caso de que asocies la cama a una sensación de alerta. Aunque es un lugar de descanso, quizá hagas en la cama otras muchas cosas además de dormir, como trabajar en el ordenador, ver la televisión o estar con el teléfono. Con el paso del tiempo, el cerebro puede acabar asociando el hecho de meterse a la cama con activarse para realizar alguna de estas actividades.
En este caso, la solución es muy sencilla: utiliza la cama única y exclusivamente para dormir. Apaga todos los dispositivos electrónicos media hora antes de irte a la cama, y cuando entres en el dormitorio procura que esté a oscuras y en silencio.
Las pantallas emiten una luz azul que altera en gran medida el ritmo circadiano y afecta a la capacidad de concentración. Puede incluso impedir que el cerebro segregue melatonina, la hormona del sueño. Por lo tanto, evita utilizar dispositivos móviles antes de meterte en la cama si quieres tener una buena calidad del sueño.
Por supuesto, no es una buena idea tomar bebidas estimulantes por la noche, como el té o el café porque podrían desvelarte. Una investigación publicada en el ‘Journal of Clinical Sleep Medicine’ señala que tomar seis horas antes de acostarse 400 miligramos de cafeína puede reducir el tiempo de descanso en una hora.
A todo esto hay que sumar que a muchas personas les resulta muy complicado dejar la mente en blanco a la hora de irse a dormir. Es algo común en quienes sufren ansiedad y depresión, trastornos que alteran el sueño. Puedes probar con técnicas de relajación antes de acostarte y, si no funcionan, acudir a un profesional.
Aunque el insomnio es el más conocido, hay otros muchos problemas de sueño que hacen que quedarse dormido rápidamente sea muy difícil, como la apnea del sueño. Ante el más mínimo síntoma de que puedes sufrir alguno de ellos, consulta con tu médico.