¿Estamos acabando con las aves urbanas?
Levantarse una mañana con el placentero cantar de los pájaros es una de las mejores experiencias del día a día. Un sonido que puede trasladarte hasta los mejores destinos naturales y que te hace soñar que habitas en unas casa en la montaña rodeado del entorno más idílico que puedas imaginar.
Si tienes un árbol anidado por pájaros cerca de casa deberías aprovecharlo, ya que las aves urbanas corren un gran peligro. Los gorriones, las golondrinas, los vencejos y los mirlos están desapareciendo y el principal causante de ello es la contaminación.
La extinción de la vida animal en nuestras ciudades
Los paseos por el parque no serían lo mismo sin ese cantar típico de los pájaros que llenan de vida unos árboles frondosos y centenarios. Pero si seguimos por este camino deberíamos ir acostumbrándonos al silencio más absoluto porque según un estudio realizado por el Programa de Conservación de Especies Amenazadas de SEO, las aves urbanas están desapareciendo.
Las aves más típicas de la urbe como el gorrión o la golondrina están viendo como su población se disminuye considerablemente. cada vez es más habitual encontrarnos todo tipo de animales sin vida en las calles de nuestra ciudad ¿Qué está pasando?
Según las investigaciones del SEO/BirdLife, en los últimos 20 años ha descendido hasta un 15% la cifra de gorriones en nuestro país. Unas cifras que engloban hasta 25 millones menos de organismos voladores que habitan las ciudades más importantes del mundo. Un problema que se ha extendido por todo el mundo y que afecta a grandes ciudades como Londres (60%) o los grandes núcleos urbanos de Holanda (50%). Unos datos aportados por Daniel Sol, investigador del CSIC en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales .
Las razones del decrecimiento
Los tres elementos clave para explicar el decrecimiento de estas aves urbanas son tres: falta de alimento, contaminación y bajas posibilidades de reproducción. El primero de ellos se debe al servicio de limpieza de las grandes ciudades y su posterior tratamiento de residuos. Unas actividades que dejan sin la comida diaria a los miles de organismos que sobrevuelan por nuestras calles. La falta de insectos y de zonas naturales ha convertido a estas aves urbanas en auténticos carroñeros. Las dificultades para la cría es otro de los problemas principales por los que el número de aves se ha reducido en niveles importantes. Los nuevos edificios sin huecos en los tejados y la insistencia de los humanos para acabar con los nidos están mermando claramente a unas especies que se están quedando sin lugares en los que echar cimientos.
Pero sin duda el problema más significativo se basa en la contaminación. Existen gran variedad de estudios que demuestran que la polución afecta gravemente a las aves. El aire está cada vez más repleto de partículas contaminantes que se adhieren a las plumas y los pulmones de unos animales que tienen menos resistencia a los gases de efecto invernadero. La naturaleza nos está dando otro de sus ineludibles avisos, la contaminación debe reducirse porque si las aves no pueden aguantar sus niveles, llegará un momento en que nosotros tampoco podamos hacerlo.
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