Unos soberbios Thimothée Chalamet y Steve Carell humanizan la adicción a las drogas en ‘Beautiful Boy’
El joven Thimothée Chalamet interpreta a un joven adicto a las drogas con una empatía y una humanidad fuera de lo común en el cine sobre las adicciones.
La película está basada en los libros de David y Nic Sheff sobre sus experiencias reales con la adicción a las drogas de su hijo Nic y el impacto que tuvo en su familia.
Fue una de las películas más aplaudidas en su paso por el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Dejando a un lado la fiebre que desató la presencia del joven Thimothée Chalamet en el festival español, la película ‘Beautiful Boy, siempre serás mi hijo’ gustó mucho tanto por su cruda pero, al mismo tiempo, tierna historia como por la soberbia actuación de Steve Carell en la piel de un padre coraje. Con un Chalamet fuera de serie en su papel de joven adicto. La película se estrena el próximo 15 de marzo en los cines españoles y promete avivar el debate sobre el peliagudo tema de las drogas y su posible legalización.
La película dirigida por el director belga Felix Van Groeningen, tras su paso por el Festival de Toronto, el Festival de Londres y la sección oficial del Festival de San Sebastián, acaba de ser nominada al Globo de Oro al mejor actor de reparto por el fantástico trabajo de Timothée Chalamet. Gran parte del público descubrió a este joven actor por su despertar sexual en ‘Call me by your name’, que le valió su primera nominación a los Oscar, pero esta no fue su primera incursión en el cine, algunos se acordarán de su cara por su participación en la exitosa serie ‘Homeland’. Con ‘Beautiful boy’, Chalamet ha logrado su segunda nominación a los Globos de Oro. Queda por ver si su trabajo le lleva a ser nominado a otro Oscar por segundo año consecutivo.
La película está basada en los libros de David y Nic Sheff, padre e hijo, sobre sus experiencias reales con la adicción a las drogas de Nic y el impacto que tuvo en su familia. Una historia real como la vida misma en la que sorprende la humanidad con la que se presenta a los protagonistas, especialmente al joven adicto a la heroína (y todo tipo de drogas) Nic Sheff. Acostumbrados a ver en la gran pantalla a los adictos como personas totalmente alienadas de su humanidad y hundidos en la miseria o la maldad humana, ‘Beautiful Boy’ es, ante todo, un canto a la vida.
Un canto triste pero en el que se aprecia en todo momento la luz al final del túnel. Esa tintineante luz que, a pesar de la crudeza del tema de la película, le otorga a esta cinta una empatía que traspasa la pantalla hasta tocar en el corazón al público. ‘Beautiful Boy’ es, quizás, la cinta sobre la adicción a las drogas más empática del cine de ‘blockbuster’. Donde habitualmente se ven delincuentes, personas apartadas de los circuitos sociales habituales o delincuentes capaces de vender a su propia madre por un gramo de cocaína, en esta cinta podemos apreciar a un joven adicto al que no se le despoja de su inherente componente humano. Él, a pesar de sus evidentes problemas, continúa siendo una persona y su dignidad innata continúa intacta para el padre al que tanto hace sufrir.
Se trata del sexto largometraje de Felix Van Groeningen. Su película ‘De Helaasheid der dingen’ (Los desafortunados), rodada en 2009, debutó en la Quincena de Realizadores de Cannes, alcanzó el primer puesto de la taquilla de habla flamenca y ganó el Tulipán Dorado en el Festival Internacional de Estambul. ‘Alabama Monroe’ ha sido su película más exitosa hasta la fecha, un auténtico fenómeno en Bélgica y Holanda, llegando a estar nominada a la mejor película de habla no inglesa en los Oscars 2012. ‘Beautiful Boy’ es su primera película en habla inglesa.