El imputado por los burros antiincendios sostiene que la Consejería de Mollà conocía el proyecto
Antonio García, el director del Parque natural del Desert de Les Palmes, donde fallecieron en torno a una decena de burros en el transcurso de una iniciativa, supuestamente impulsada por la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, que dirige Mireia Mollà -Compromís- para generar cortafuegos naturales y evitar la propagación de incendios declaró el pasado día 21 en calidad de imputado ante el Juzgado de Instrucción Número 2 de Castellón. Según se desprende de sus manifestaciones en sede judicial, en la citada Consejería se conocía el proyecto y se estaba informado del mismo, si bien ha reconocido que él nunca llegó a hablar con la citada consejera.
El caso de los burros antiincendios estalló el pasado octubre, cuando se supo que una decena del medio centenar de burros introducidos en el paraje natural del Desert de Les Palmes, en Castellón, para generar cortafuegos, habían fallecido. El caso fue llevado ante Fiscalía por el Partido Popular y ha llegado hasta el Juzgado de Instrucción Número 2 de Castellón, donde el pasado 21 del presente mes de julio prestó declaración el director del citado parque en calidad de imputado. El PP, además, se ha personado en el citado caso como acusación particular.
Se da la circunstancia, ya fuera de la declaración citada, que el 6 de agosto de 2021, varios medios se hicieron eco también de la iniciativa que arrogaban a la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, con la introducción de medio centenar de burros en el Desert de Les Palmes.
Ahora, en su declaración ante el juez, el director del parque ha relatado que «informó a los veterinarios de la Dirección Territorial de las muertes y a la dirección general el dia 22 de septiembre». Y que desde el día 22 de septiembre hacia adelante «no recibió orden» de la Consejería de retirar los animales. Dijo además que también se puso en contacto con su superior jerárquica, y que ella le contestó «qué pena» y que daba traslado a la Jefa de Gestión de Caza y la de Medio Ambiente, en Castellón, pero que nadie «de los 2» se puso en contacto con ellos.
En su declaración el director del parque ha sostenido que los burros tenían que eliminar «carga de combustible forestal» y que la iniciativa partió de él mismo como director conservador y que es una actividad que está contemplada en el Plan de Prevención de Incendios del Parque Natural. Sostuvo también que el contrato fue verbal y que en la guía constaban 46 burros adultos y 4 crías, pero que en realidad no sabía cuantos burros se introdujeron. No los contaron al llegar al parque.
El primero de los burros, según esta versión, falleció el 12 de agosto, pero se pensó que el fallecimiento se había debido a causas naturales. Mantuvo que desconocía quién retiró el cadáver. Incluso, que llegaron a pensar que al tratarse de un burro pequeño habían podido devorarlo otros animales.
El fallecimiento del segundo de esos animales, siempre según su declaración, se detectó el 16 de agosto, 4 días después, pero en este caso, el burro estaba supuestamente liado en el hilo del pastor eléctrico. Del tercero de los fallecimientos tuvieron noticia el 6 de septiembre. Posteriormente, aparecieron otros 2 burros muertos más, pero matizó también que las muertes no se habían producido porque no estuvieran atendidos. En total, dijo que habían fallecido 8 burros, mientras que otros 2 estaban desaparecidos.
Sin embargo, de los 46 burros adultos y 4 crías que inicialmente sólo regresaron 30 burros y 4 crías. Por tanto, según esas cuentas, faltaban 16 burros y no 8 ni 10 y que el fue el propio director del parque quien decidió retirar los burros y así lo transmitió a la dirección general.