¿Pueden existir los dragones si seguimos teorías de evolución?

Desde tiempos antiguos, los dragones han protagonizado leyendas alrededor del mundo y deslumbrado a muchas culturas. Aunque se desconoce en qué momento de la historia surgieron las primeras historias sobre los dragones, se sabe que tienen su origen, como seres mitológicos, en China. Poco después, fueron adoptados por países como Japón y Vietnam, y siglos más tarde por culturas de Europa y Oriente Medio. Pero, ¿pueden existir los dragones si seguimos teorías de evolución?

¿Cómo eran los dragones según la mitología asiática y europea?

En Asia, los dragones suelen ser representados sin alas, con cuerpo de serpiente y cuatro patas. Desde luego, los detalles varían en cultura a cultura, pero en lo que respecta a las historias de Europa y Oriente Medio, la figura del dragón era más parecida a la de los lagartos que a las serpientes, además tenían alas.

¿Pueden existir los dragones si seguimos teorías de evolución?

Al tratarse de criaturas gigantes, los dinosaurios son, sin lugar a dudas, los animales más creíbles como posibles antepasados de los dragones. No obstante, hay una razón para pensar que los dragones no descendieron directamente de los dinosaurios y es que sus patas siempre son representadas al costado de su cuerpo. Las de los dinosaurios, en cambio, se encontraban debajo del cuerpo.

En este sentido, es posible asumir que, tal vez, los dragones (o una especie remotamente parecida) provienen de la línea evolutiva de los cocodrilos, que es diferente a la de los dinosaurios, porque estos sí tienen las patas a los lados del cuerpo. No obstante, ambas especies tuvieron un antepasado diápsido en común, los arcosaurios o reptiles dominantes.

En lo que respecta a las alas, hay que tener presente que son producto de una adaptación evolutiva de los cambios que se han producido en las patas delanteras de las especies aladas. Por tanto, la posible especie de arcosaurio que precedió a los dragones, debería haber contado con cuatro patas delanteras y un par de patas traseras. Sin embargo, en el registro fósil no hay señal de la existencia de algún arcosaurio con estas características.

Pero, curiosamente, la existencia de los guivernos concuerda más con las características de los dragones con alas porque, tal como ocurrió con el resto de los vertebrados alados, sus patas delanteras podrían haberse convertido en alas, independientemente de sus cuerpos robustos y voluminosos. Esto significa que, a pesar de contar con alas, los hipotéticos guivernos podrían haber sido incapaces de volar.

¿Qué hay de los dragones chinos? ¿Sí existieron?

El cuerpo de “serpiente” de los dragones asiáticos sugieren una secuencia evolutiva muy distinta a la de los dragones mitológicos europeos. No obstante, cabe destacar que el hecho de que dichos dragones tuvieran cuerpos alargados como las serpientes, no significa necesariamente que sean descendientes de estos animales.

Los reptiles antepasados de las serpientes perdieron sus patas a medida que se adaptaban a la vida subterránea, hace unos millones de años. Por eso resulta difícil pensar en que unas serpientes con extremidades extrañas tuvieran mayor posibilidad de sobrevivir que las serpientes que no las tienen. De hecho, si a un animal con un cuerpo tan largo le nacieran unas cuantas patas, el peso de su propio cuerpo le provocaría lesiones de espalda si intentara caminar con estas.

En conclusión, los dragones chinos no habrían podido existir de ninguna manera, mientras que los guivernos, tal vez, tuvieron alguna posibilidad de haber descendido de un ejemplar de arcosaurio que durante su evolución desarrollaría la habilidad de volar, para luego perderla.

Pero, la verdad es que tampoco hay registros fósiles que indiquen la existencia de un arcosaurio volador que pudiera haber sido el antepasado de los dragones. Lo cual no es del todo descabellado, ya que la figura de los dragones no se basaba en criaturas reales, sino en seres imaginarios inspirados en animales.