El ocio: una nueva especie de trabajo

«Sociedad de la información y la comunicación» es como se conoce a la conformación social a la que ha dado lugar la irrupción de las nuevas tecnologías. Se han desdibujado las barreras entre lo público y lo privado de la vida humana. Se vuelve dificultoso mantener la separación entre las obligaciones laborales y la libertad de disposición del tiempo fuera del trabajo: el ocio. ¿Dónde está en la actualidad la barrera entre el ocio y el tiempo de trabajo? Aquí te contamos lo que debes saber.

En esas condiciones de vida, el individuo ha resignado su capacidad de abstracción de las obligaciones, tan necesaria para llevar una vida saludable. Como señalaban los filósofos griegos clásicos, como Platón, Aristóteles y Sócrates: «el ocio ayuda a recuperar las fuerzas para un trabajo nuevo».

Pero… ¿qué se entiende por ocio?

Según esos pensadores, el ocio solo tiene lugar en relación con el trabajo. Solo puede tener «ocio» quien ocupa su tiempo en alguna obligación. Sería la libertad de quien trabaja de «gastar» el tiempo que se le es permitido en consentir sus propios deseos, como una especie de recompensa por la labor cumplida.

En el mismo sentido, la Real Academia Española define al ocio como «cesación del trabajo», en su primera acepción; la segunda versa: «tiempo libre de una persona».

Esas definiciones han quedado obsoletas en la actualidad, en función de los cambios introducidos por la Revolución industrial, primero, y por las tecnologías de la información y de la comunicación, luego.

Cómo es el ocio en la actualidad

La Revolución industrial modificó, aunque poco, la cantidad de horas de trabajo humanas, al sustituirlo por las máquinas. Pero la Revolución tecnológica levantó el tapete bajo todo lo que se conocía sobre la relación del hombre con el trabajo, y consiguientemente, con su tiempo libre.

Existe en la actualidad una verdadera lucha descarnada del hombre contra la tecnología. Esta lucha amenaza, cada día un poco más, con despojar al individuo de todas las tareas que solía realizar. El trabajador se encuentra en riesgo de ser sustituido por maquinaria robotizada que lo supera en eficiencia y economía productiva.

Esta condición lleva a que las personas olviden el tiempo del ocio y lo conviertan en otra oportunidad de «ganarle» a los robots. Ya no se lee por placer cultural, sino para conseguir un ascenso laboral. El cultivo del ser espiritual ha pasado a un último plano, solo después de avanzar en la carrera profesional.

Con todo ello, los espacios de ocio se confunden con el trabajo hasta llegar a perderse. ¿Te ha ocurrido esto? ¿Has visto cómo pasa en tu entorno? Si te ha parecido útil este contenido, ¡compártelo! ¿Crees que el ocio es una nueva especie de trabajo?