Los científicos no se lo creen: los chimpancés beben alcohol y no sólo les gusta ….


La realidad a menudo supera a la ficción: los chimpancés no solo consumen alcohol, también parece gustarles. Estos animales, tan cercanos al ser humano, muestran conductas que sorprenden por su similitud con las nuestras. El hecho de que algunos de ellos disfruten bebiendo alcohol revela un comportamiento inesperado que la ciencia estudia con atención.
La investigación en este ámbito avanza y nos ofrece nuevas claves sobre la evolución y los hábitos de especies tan próximas a nosotros. Cada hallazgo aporta pistas que invitan a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y sus parientes más cercanos.
Los chimpancés continúan sorprendiendo con actitudes que, lejos de ser anecdóticas, abren la puerta a un mejor conocimiento de su naturaleza. Estos detalles, aparentemente curiosos, resultan esenciales para comprender no solo a estos animales, sino también parte de nuestro propio comportamiento.
Los científicos no se lo creen
Los científicos nos dan una serie de detalles sobre el comportamiento de unos animales que se parecen mucho ante una serie de detalles que pueden acabar siendo dignos de la ciencia ficción. Por lo que, tendremos que empezar a pensar en un giro radical que puede ser esencial.
Esta forma de conseguir un elemento que puede acabar siendo lo que nos dará más de una sorpresa inesperada. Los chimpancés nos han dado lo que nos dará algunos detalles que pueden ser dignos de un cambio radical que puede darnos algunos detalles de nosotros mismos.
Los científicos estudian a unos animales que son parecidos al ser humano, con algunos detalles que serán los que nos darán más de una sorpresa del todo inesperada con el consumo de un elemento que no tiene por qué ser propio única y exclusivamente del ser humano.
El alcohol nos lleva acompañando estos días en los que todo descubrimiento puede ser posible. El tema de los chimpancés es un animal que puede acabar siendo lo que nos dará más de una sorpresa inesperada en estas jornadas que teníamos por delante.
Los chimpancés beben alcohol y les gusta
Les gusta el alcohol a los chimpancés, por lo que, habrá llegado el momento de apostar por una serie de detalles que serán esenciales. Por lo que, la ciencia nos ha dado más de un detalle que pone los pelos de punta con estos animales que parece que les apasiona este tipo de bebidas.
La revista Science nos explica en un reciente artículo: «La atracción humana por el alcohol puede derivarse de una asociación evolutiva entre el etanol y las frutas consumidas por los animales en la naturaleza. Las levaduras fermentativas están muy extendidas en la biosfera terrestre, y los carbohidratos simples que sustentan la producción de etanol son comunes dentro de las frutas. Determinamos concentraciones de etanol dentro de las frutas que representan una parte sustancial de la dieta de nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés. La pulpa de fruta madura de 20 especies de angiospermas en Costa de Marfil y Uganda contenía un valor promedio de 0,31 (± 0,21 SD) y 0,32% (± 0,20) etanol (peso/peso), respectivamente, según el tiempo de alimentación anual de chimpancés por especie en cada sitio. Los chimpancés suelen comer ~4,5 kilogramos de fruta al día, lo que corresponde a una ingestión estimada de etanol de 14 gramos (±9), o el equivalente a 1,4 (±0,9) bebidas estándar según los estándares internacionales. Estos hallazgos son consistentes con la hipótesis de que el etanol está muy extendido dentro de las frutas tropicales y que la predisposición moderna al consumo de alcohol se deriva de la exposición ancestral a esta sustancia psicoactiva entre los primates frugivoros».
Siguiendo con la misma explicación: «El consumo habitual de alcohol por parte de los humanos modernos es común en todo el mundo. La evidencia arqueológica más antigua de la fermentación controlada data de hace 9000 a 13.000 años en China y en el Medio Oriente (1, 2). La fermentación dirigida intencionalmente, como una forma de predigestión para una mayor extracción calórica, es probablemente mucho más antigua (3, 4). Sin embargo, la atracción de la humanidad por el alcohol, tanto antigua como presente, puede tener raíces evolutivas más profundas dada la exposición de nuestros antepasados frugívoros a la fermentación etanólica (5). Se ha planteado la hipótesis de que el etanol, utilizado aquí como sinónimo de alcohol, es común dentro de la dieta principalmente frugívora de nuestros antepasados homínidos afrotropicales, lo que resulta en la evolución de respuestas fisiológicas adaptativas a su consumo dietético, es decir, la hipótesis del «mono borracho» (6). Por ejemplo, el etanol puede funcionar como un indicador olfativo y gustativo del estado calórico asociado con el consumo de fruta madura, una modalidad sensorial que ofrece beneficios complementarios a cualquier animal que utilice azúcares como parte de su dieta primaria o secundaria (7). Para comenzar a probar estas hipótesis, que requieren una comprensión más amplia de la ecología evolutiva del etanol (8), es de particular interés describir la exposición de los chimpancés (Pan troglodytes) al etanol dietético en su hábitat natural. Los chimpancés son uno de nuestros dos parientes vivos más cercanos y, junto con casi todos los simios existentes, consumen crónicamente grandes volúmenes de fruta madura. Se cree que esta dieta frugívora es similar a la dieta de nuestro último antepasado común con chimpancés (9, 10), aunque se ha sugerido que el linaje de chimpancés ha seguido evolucionando hacia una mayor especialización en frutas maduras (11). Caracterizar las concentraciones de etanol de estas frutas y estimar el volumen de etanol ingerido diariamente puede, en consecuencia, proporcionar información sobre su disponibilidad para los primeros homínidos».