Los biólogos no dan crédito: una almeja de 500 años podría guardar el secreto del futuro de los océanos
Vivir en esta ciudad de España será imposible
El aviso más grave sobre los mares
Los científicos confirman que la Tierra tendrá un océano nuevo
Los investigadores ya alertan: han detectado 285 terremotos en la Antártida y señalan a un volcán 'dormido'
Nueva amenaza a la vista: hay organismos que están despertando de su largo letargo y siguen teniendo efecto sobre la Tierra
El futuro de los océanos es una de nuestras grandes preocupaciones. Un descubrimiento podría darnos la pista que necesitamos sobre su evolución. Por increíble que parezca, la clave es la concha de una almeja con más de 500 años.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Science Advances bajo el título Recent and early 20th century destabilization of the subpolar North Atlantic recorded in bivalves.
En esta investigación los biólogos han señalado, que el animal marino podría estar advirtiendo de un cambio profundo en las corrientes del Atlántico Norte, esenciales para el equilibrio del clima global.
La almeja de 500 años que puede desvelar el futuro del océano
La investigación, liderada por la Universidad de Exeter, se centró en la especie Ocean quahog, una almeja capaz de vivir más de 500 años. En sus conchas, los científicos encontraron un registro natural del estado del océano, muy parecido a los anillos de los árboles.
¿Qué quiere decir esto? Cada capa representa un año de vida, y permite ver su estado vital: temperatura, salinidad y nutrientes. Con esa información, los expertos reconstruyeron la historia del Atlántico Norte durante medio milenio, lo que permitió detectar dos periodos de inestabilidad muy marcados: uno a principios del siglo XX y otro iniciado hacia 1950, que aún continúa.
Lo llamativo es que ambos coinciden con cambios en el sistema de corrientes conocido como Subpolar Gyre y en la Atlantic Meridional Overturning Circulation (AMOC), responsable de transportar el calor desde los trópicos hacia el norte.
Por qué la investigación de una almeja centenaria es tan importante
Se supone que, cuando el océano está estable, las alteraciones se corrigen rápidamente. Pero por desgracia los biólogos se han percatado de que esto ya no es así.
El problema es que las capas de dichas almejas prueban justo lo opuesto: en las últimas décadas, esa capacidad de recuperación se ha ralentizado. Es decir, el océano tarda más en volver a su equilibrio natural.
Esta señal es muy preocupante para los científicos, ya que podría indicar que el Atlántico Norte se está acercando a un punto de no retorno. Si la AMOC se debilita o colapsa, los efectos se notarían en todo el planeta.
Si esto ocurriera, tendríamos inviernos más fríos en Europa, tormentas más intensas, alteraciones en las lluvias y cambios drásticos en la vida marina. No se trata de una predicción apocalíptica, pero sí de una advertencia que merece ser tomada en serio.
Las conchas que demuestran el calentamiento global en los mares
Este descubrimiento ejemplifica que la naturaleza guarda su propia memoria. Las almejas más longevas actúan como archivos biológicos capaces de registrar lo que ocurre en el mar durante siglos.
Gracias a ellas, los científicos han podido entender cómo han cambiado las corrientes oceánicas mucho antes de que existieran satélites o boyas de medición.
En un momento en el que los océanos enfrentan presiones crecientes por el calentamiento global, estos datos se vuelven esenciales para anticipar posibles colapsos y diseñar estrategias que eviten daños irreversibles.