Castilla y León suple la baja natalidad con la llegada de inmigrantes: «Es nuestro principal problema»

El portavoz de la Junta de Castilla y León y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha anunciado este jueves que el dato negativo «más preocupante» de la región es la «tasa negativa de nacimientos» en la comunidad autónoma, al igual que en el conjunto de España y Europa. «Aquí está nuestro principal problema», ha subrayado Carriedo después de conocer los datos del INE correspondientes al primer trimestre de 2024 que reflejan un decrecimiento de la población del 0,06 % en la comunidad.

El consejero castellanoleonés ha destacado que, pese a estos malos datos, la población en la región está creciendo. Ahora bien, ha reconocido que este crecimiento se basa «en el saldo migratorio positivo», un punto en el que ha señalado como principal problema el saldo vegetativo negativo. «Vienen más personas del exterior de las que se van de nuestra Comunidad a otros lugares», ha defendido el portavoz de la Junta durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Así, ha señalado que «el dato que suma positivo es el saldo migratorio, la llegada de personas del exterior a la comunidad autónoma en relación con las personas que de nuestra comunidad se van o de otras comunidades al extranjero».

Por último, Fernández Carriedo ha insistido en que «el dato más negativo, más preocupante, que se viene consolidando en el tiempo, son las tasas negativas de nacimientos que a lo largo de los últimos tiempos», un problema que ha extendido a toda España y a la UE, ya que, como ha lamentado «mueren más personas de las que nacen».

‘Geriátrico a cielo abierto’

Castilla y León es «un geriátrico a cielo abierto» gobernado por «señoritos». Así calificó el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, a la región durante un acto organizado por el Ayuntamiento de Villalar con motivo de la fiesta de la comunidad. Puente consideró que el envejecimiento de la población en Castilla y León es algo que «puede doler, pero nunca ofender». «Este canto a la esperanza ha de servir de homenaje a la Castilla comunera pero también de reivindicación de una tierra a la que no se ofende por decir que está siendo convertida por quienes la gobiernan en un geriátrico a cielo abierto», señaló.

En su intervención, el ministro y ex alcalde socialista de Valladolid hizo referencia a varias personalidades que han escrito sobre Castilla y sus gentes, como Manuel Azaña o Antonio Machado, que hablaba del castellano como «un pueblo de señores que siempre ha despreciado al señorito».

Posteriormente hilo este término para enfatizar que un «pueblo de señores no puede dejarse gobernar indefinidamente por los señoritos de siempre» y recordó que mientras algunos quieren «ampliar derechos», otros «tratan de restringirlos, especialmente a las mujeres».

Sobre el envejecimiento de la población el ministro de Transportes afirmó que está en sus manos «revertir esta agonía», pero matiza que para ello «no basta con decir que no queremos que nuestros pueblos se mueran», sino que hay que garantizar que los campos, los pueblos y las ciudades acojan «nuevas iniciativas». «El respeto a nuestras tradiciones no debe impedirnos abrir los brazos de par en par a la innovación», añadió.

El ministro también repasó la historia de España y de Castilla, con una mención a la dictadura que, lamentó, «redujo el solar de la patria a un páramo de militares y caciques», algo que «ya no existe» pero que advierte de que «algunos quieren resucitar».