Running en niños: Cuándo empezar y otras pautas básicas que debemos saber

Salir a caminar con los niños, o dejar que corran por el parque o por la montaña es una manera de hacer que se ejerciten y también en el caso de que sean pequeños, que puedan desarrollar su movilidad y su equilibrio, pero ¿podemos dejar que practiquen running? Este es sin duda un gran deporte, pero debemos saber a qué edad es mejor que empiecen a practicarlo y otras pautas que os vamos a enumerar a continuación.

Running en niños: Cuándo empezar y otras pautas básicas que debemos saber

Como acabamos de comentar la idea de correr es buena incluso para los niños, que suelen ser ligeros y veloces, pero una cosa es que corran detrás de una pelota por el parque o hagan una carrera con sus amigos, y otra muy distinta, es que se dediquen a «entrenar» o practicar running a diario.

Físicamente sería fácil hacer que un niño practicara running, ya que tienen mucho tejido graso y producen poco lactato, por lo que no se acidifican rápidamente e incluso serían capaces de correr un maratón, pero no es el caso de los niños menores de cinco años que tienen más riesgo de sufrir una lesión.

¿Qué edad es la adecuada?

Hasta los cinco años es mejor que los niños corran por diversión y no para hacer running. A partir de esta edad, podemos hacer que comiencen a hacer recorridos algo más estructurados y largos,pero nada que ver con el running que podemos llegar a practicar nosotros.

De este modo se aconseja un «entrenamiento» que sea suave, como si se tratara de un juego, estableciendo tiempos de carrera cortos, sin que los niños tengan que cumplir objetivos de velocidad o de tiempo para recorrer una determinada distancia.

Luego a partir de los 10 años sí que podríamos comenzar un entrenamiento que sea progresivo y de cierta intensidad, pero debemos tener en cuenta el hecho de que las carreras sean cortas (no es aconsejable carreras de cinco kilómetros hasta los 16 años).

Riesgo de lesiones

Debido al bajo peso corporal de los niños, el riesgo de lesiones por sobrecarga es limitado . Sin embargo, es necesario controlar cuidadosamente el proceso de crecimiento. A medida que el niño va creciendo, los huesos se vuelven más largos que los músculos y el cartílago puede estar bajo presión. No es aconsejable entonces que niños muy pequeños se dediquen a hacer running, ya que en ese tiempo es necesario disminuir la carga para asegurar que el cuerpo tenga la energía necesaria para crecer. En esa etapa, los niños se cansan más fácilmente y el esfuerzo físico no se corresponde con una mejora en el rendimiento, lo que genera un círculo vicioso.

¿Cómo se marca la distancia y el ritmo?

Es importante utilizar referencias como motivadores, por ejemplo elegir un determinado árbol como meta intermedia y luego otro punto o hacer comparaciones con distancias que conozcamos como el camino de casa a la escuela. De esta manera, el ejercicio con los padres también tiene un aspecto educativo.

¿Es buena la motivación con recompensas?

Si tu hijo tiene la edad adecuada y te pide practicar running, el hecho en sí de que le dejes correr ya será para él una recompensa, pero una vez se ponga en marcha, sabrá lo duro que puede resultar a veces este deporte. Para que no se desanime, debemos ir poco a poco, pero una buena motivación puede ser que les recompensemos con algo que les guste si cumple el objetivo que hayamos marcado en la carrera, o si vemos que se esfuerza en entrenar cuando le toca. Debemos sin embargo tener cuidado, no vaya a ser que la recompensa se convierta en la única razón para correr. El esfuerzo en sí también debe ser divertido para los niños.

¿En qué terreno deben correr?

Aquí podemos seguir la regla general: una buena variación de la superficie de la carretera desarrolla la potencia de manera óptima. Una superficie blanda es mejor, pero cuanto más cargues el cuerpo de otras formas, mejor. El trail running es perfecto para los niños: subir y bajar montañas, superar algunos obstáculos en el camino es una forma divertida de hacer correr a los más pequeños. También mejora la coordinación y el equilibrio en los niños y es mucho más fácil mantenerlos motivados. Doble beneficio.

¿Se necesita un calzado especial para cada terreno?

Los niños crecen rápidamente. Comprar un zapato diferente para cada deporte no es barato. Además, pocas marcas ofrecen zapatos en tallas más pequeñas. Debido al menor peso corporal y la carga limitada de los niños, no es necesario contar con zapatillas específicos para diferentes terrenos . Sin embargo, se deben considerar las características principales de un buen calzado para un runner como un niño: zapatillas que sean flexibles y resistentes.

¿El niño puede competir?

Dependerá mucho del niño y también como no, de lo que se organice en la zona en la que vives. En alguna ciudades (como en Castellón) sí que se celebran pequeñas maratones o carreras para niños, pero lo cierto es que no suelen ser muy habituales. De todos modos, como decimos, será cuestión de que el niño desee hacerlo, aunque nunca debe obsesionarse con la idea de hacer running para competir. Es mejor que aprenda a disfrutar de hacer deporte sin más, sin que tenga como objetivo el hecho de ganar un premio o que en el caso de que le apuntemos a alguna carrera, que exista la posibilidad de que corra con nosotros para que lo vea como algo divertido y familiar.