Verano

Niños en las montañas: trucos para hacerlos caminar

Trucos para que los niños sigan caminando si estamos de excursión por las montañas y podamos llegar sin problema a nuestro destino.

niños montañas
Trucos para que los niños sigan caminando por la montaña

Aunque pensemos que los destinos de playa suelen ser los mejores cuando se trata de viajar con niños en verano, lo cierto es que es las montañas pueden ser también una gran idea, ahora que el turismo rural parece ser tendencia, pero ¿qué hacer cuando los niños se cansan de andar si estamos en mitad de una ruta de senderismo o una excursión por las montañas? Veamos algunos trucos para que sigan caminando sin quejarse.

Niños en las montañas: trucos para hacerlos caminar

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En el caso de proponer unas vacaciones en las montañas, seguro que pronto nos vamos a dar cuenta de qué modo los niños se sienten entusiasmados con la idea. Para ello supondrá divertirse y liberarse de las tensiones, junto con la familia, después de un año escolar que debido a la pandemia ha sido sin duda alguna el más atípico. Por ello, los niños van a estar encantados de correr por los prados, pero también salir de excursión, pero claro si no están demasiado acostumbrados, puede que enseguida se sientan cansados y decidan no querer caminar más cuando es necesario seguir adelante para llegar a nuestro destino.

Entonces ¿cuáles son los trucos para que los niños caminen por las montañas ?

  • Comencemos siempre con rutas cortas y simples, y luego podemos ir aumentando gradualmente la longitud y la dificultad de la ruta.
  •  No cedas a las solicitudes de agua o comida después de unos pocos metros. Determina un primer objetivo junto con los niños de modo que siempre estén motivados para seguir caminando sin quejarse. Solo cuando hayamos llegado al punto fijado podrán beber un poco de agua. Trata además de no llenarlos demasiado con comida mientras caminan ya que es posible que se sientan cada vez más cansados. La clave para evitar que tengan hambre durante el trayecto, será desayunar bien antes de irnos.
  • No apresures ni alargues su ritmo, sino que sigue un ritmo constante adecuado para las habilidades y la edad de los niños que nos acompañan. Será bueno además explicarles,  que en las montañas no se corre porque si lo hace tendrá que recuperar el aliento y se cansaría después de unos metros.
  • Cuenta una historia sobre un lobo o un oso que viva o haya visitado seguramente los mismos lugares que vosotros, o canta una canción para distraerlos de la «fatiga» y animarlos a seguir adelante.
  • Poneros a cazar con los niños huellas de animales, plantas inusuales o ir poniendo nombre a los árboles que se encuentran en el camino (se conocerán algunos nombres y se aprenderán otros), de modo que los podamos también distraer a medida que avanzamos.
  • Muéstrales cuánta belleza los rodea. La primera vez puede que no la aprecien, pero en el próximo viaje recordarán la experiencia ya vivida y estarán orgullosos de ello.
  • Una vez que lleguemos a nuestro destino, será bueno entregar un pequeño premio a los niños para felicitarlos por su logro excepcional.

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