El significado de que una persona ordene los billetes de menor a mayor, según la psicología
La forma en la que guardamos el dinero puede decir mucho de nuestra personalidad y también de nuestras emociones
Adiós para siempre a estos billetes de 10, 20 y 50 euros: lo que va a pasar a partir de ahora
Soy experto en monedas y ésta vale miles de veces su valor: seguro que la tienes en casa y te puede hacer rico


Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
El uso del dinero en efectivo parece decrecer cada vez más, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Sin embargo, puede darse el caso de que tengamos que contar dinero y nos demos cuenta que de repente, somos de esas personas que cuando tiene billetes de distintas cantidades delante los suele ordenar de menor a mayor. ¿Sabes a qué se debe hacer esto con los billetes? Pues la psicología tiene la respuesta.
Aunque la cantidad de billetes no sea excesiva. Imagina que tienes uno de 50 euros, dos de 20, uno de 10 y otro de 5. ¿Cuál es el modo de ordenarlos para ti? Posiblemente y casi de forma natural, colocas primero el de 5, luego el de 10 y así vas ordenando de menor a mayor. Algo que de hecho hace la mayoría de la gente o al menos es lo que muchos piensan, y que por lo visto tiene un motivo más allá de la pura lógica numérica o matemática. Uno que tiene que ver con nuestra propia seguridad, la manera en la que nos sentimos más seguros y como nos relacionamos.
El significado de ordenar billetes de menor a mayor, según la psicología
Si eres de las personas que ordena sus billetes siempre de menor a mayor, empezando por los de menor valor y acabando con los más grandes, estás en el grupo de personas que, según la psicología, necesita cierta estructura para sentirse tranquilo. Ese orden visible con los billetes refleja, muchas veces, un orden mental que da seguridad y de pensar que todo está bajo control.
De este modo, igual que nos ponemos a ordenar la mesa del trabajo antes de irnos a casa, el hecho de contar billetes antes de guardarlos en la cartera, o de llevarlos al banco, indica nuestra necesidad de buscar lo predecible, lo que da certeza y nada tiene que ver entonces con una rareza o una manía. Es sencillamente, que nos hace sentirnos más tranquilos.
Una estrategia emocional más que un hábito
De hecho, y aunque puede parecer exagerado, para muchas personas este tipo de organización actúa como una pequeña herramienta de autorregulación emocional. Así, cuando todo alrededor parece acelerado o incierto, hay quienes se refugian en gestos repetitivos, concretos, que les devuelven una sensación de dominio sobre su entorno.
Esto no significa que sean personas obsesivas o rígidas. Simplemente, han aprendido que controlar algunos detalles del entorno les da calma. Les permite enfocar la mente, reducir la ansiedad y mantener cierta estabilidad. Es un mecanismo más común de lo que parece que de hecho, y como decimos, hacemos con otras cosas, como por ejemplo irnos de casa por la mañana sabiendo que hemos hecho la cama.
Personas detallistas que valoran la previsión
Otro rasgo habitual en quienes tienen este tipo de costumbres es el gusto por el detalle. No soportan lo improvisado, lo dejado al azar. Suelen ser personas que planifican con antelación, que necesitan saber qué va a pasar antes de que ocurra. Esto se refleja en su agenda, en cómo ordenan los armarios, en su forma de trabajar. Y sí, también en cómo tratan el dinero.
En muchos casos, este perfil está ligado a profesiones muy organizadas: contabilidad, ingeniería, logística. Pero no es sólo una cuestión laboral. Es una forma de estar en el mundo. Prefieren lo claro a lo difuso. Y eso no tiene por qué ser un defecto. De hecho, suele ser una ventaja en contextos donde los detalles marcan la diferencia. El orden en los billetes no es más que una pieza más de un puzle más amplio: el de querer tener las cosas bajo control para vivir con un poco más de serenidad.
Una relación con el dinero basada en el control
Desde la psicología del comportamiento financiero también se ha observado algo interesante. Aquellos que ordenan el dinero físico con tanto cuidado tienden a tener una relación más consciente y responsable con sus finanzas. No suelen ser impulsivos. Más bien al contrario: piensan antes de gastar, hacen presupuestos, llevan registro de lo que entra y de lo que sale. Les cuesta soltar el control porque entienden el dinero como una herramienta de estabilidad.
Este comportamiento se nota incluso en cómo gestionan los gastos del día a día. No es raro que utilicen aplicaciones para llevar las cuentas, que guarden tickets o que comparen precios antes de comprar. Para ellos, el dinero no es sólo algo que se usa: es algo que se gestiona. Y ese gesto de colocarlo de menor a mayor, lejos de ser superficial, forma parte de una estrategia más grande para no perder el equilibrio económico.
Además, y por último, hay un componente práctico que no conviene pasar por alto. Tener los billetes ordenados facilita las cosas. Permite saber de un vistazo cuánto se tiene. Ayuda a pagar más rápido. Evita errores con el cambio. Y sobre todo, reduce el margen de equivocación en situaciones cotidianas. Así que para quien no soporta las sorpresas o los fallos tontos, este orden es también una manera de protegerse.