El turismo rural a la cabeza: las búsquedas de alojamientos se disparan un 154% en mayo

El turismo rural recupera el pulso después de estar confinado durante más de tres meses, con unas previsiones que apuntan a que este será su verano. El impacto de la crisis del coronavirus ha provocado un cambio en las costumbres de los españoles acostumbrados a hacer las maletas para disfrutar del ‘sol y playa’ nacional, pero la huida de las aglomeraciones y el afán de disfrutar de la naturaleza ha provocado que las búsquedas en este tipo de alojamientos se disparen un 154% en el mes de mayo.

El sector tiene el ojo puesto para su vuelta en el mes de julio. En cualquier caso, los meses del verano vendrán acompañados de un desplome con cifras que quedarán muy lejos de los más de 20 millones de turistas que vinieron entre los meses de julio y agosto del año pasado, en el que todas las quinielas apuestan por el turismo rural como el caballo ganador en 2020.

«El número de reservas cerradas en alojamiento rurales se ha disparado hasta en un 78% en mayo respecto al primer trimestre del año», explica Mario Temperado, CEO del portal de reservas online zonasrurales.com y recalca que «las cifras no paran de crecer». Incluso, el número de reservas de mayo se han multiplicado por dos en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Madrid y Cataluña a la cabeza

«Todo parece indicar que este año es el boom del turismo rural en el territorio español», ha señalado Temprado, que se apoya en las cifras, ya que los índices de ocupación de la temporada estival se sitúan por encima del 45%. Un porcentaje que incluso se podría llegar a doblar en las próximas semanas con la reapertura de las fronteras y la reactivación del sector turístico.

En cuanto a las preferencias, los turistas apuestan por destinos de interior en zonas tranquilas. Madrid, Cataluña, Castilla y León son las comunidades autónomas que se sitúan a la cabeza en cuanto a reservas, seguidas muy de cerca por Castilla La Mancha, Aragón y la Comunidad Valenciana. Aunque el consejero delegado de la plataforma señala que «todos los territorios están teniendo un aumento sin precedentes en pernoctaciones para esta época del año».

La seguridad como prioridad

La crisis del coronavirus ha provocado que los turistas apuesten por veranear en casas completas, frente a alojamientos por habitaciones, ya que una de las principales preocupaciones de los viajeros es su seguridad. Ante esta situación, los alojamientos rurales han blindado la protección de sus clientes con una adaptación a los protocolos de higiene impuestos por el Ministerio de Sanidad con un objetivo: generar confianza.

El coronavirus no solo ha provocado un aumento de la seguridad en los alojamientos, también su digitalización. «En los últimos meses se han disparado el número de inscripciones de alojamientos rurales, que antes de la pandemia no veían Internet como una oportunidad para aumentar el número de clientes e incrementar los ingresos», asegura.

El turismo rural se ha convertido en la alternativa al ‘sol y playa’, atrayendo sobre todo a turistas nacionales desde hace algo más de una década. Solo en 2019, se registraron casi 11,5 millones de pernoctaciones en alojamientos rurales, con una media de estancia de 2,7 días, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Temporada estival ‘en marcha’

En cualquier caso, los meses del verano vendrán acompañados de un desplome con cifras. Sin embargo, el sector está trabajando por explotar la que se ha convertido en una de sus mayores bazas: dos meses de confinamiento han hecho que muchos españoles que no se lo habían planteado hasta ahora busquen destinos sin aglomeraciones, en los que disfrutar del aire libre y practicar deporte o actividades de ocio en grandes espacios abiertos.

Un sector que se traduce en el 15% al Producto Interior Bruto (PIB) y que mueve casi el 15% de la población activa española. Esto es, más de dos millones de trabajos.