¿Qué no comer durante la lactancia para evitar cólicos en el recién nacido?

Las madres están dispuestas a hacer muchos sacrificios para asegurar el bienestar y la salud de sus hijos. Si es necesario, durante la lactancia, también están dispuestas a seguir una dieta específica y/o revisar lo que comen: en algunos casos, esto es lo que se les pide que hagan en caso de que el bebé tenga cólicos, un problema molesto y lamentablemente generalizado en los primeros meses de vida, de modo que os hablamos más de ello a continuación,  sobre qué no comer durante la lactancia para evitar cólicos en el recién nacido.

¿Qué no comer durante la lactancia?

La nutrición es siempre fundamental para proteger la salud del organismo, pero lo es aún más durante la lactancia, cuando el cuerpo de la mujer está llamado a un trabajo delicado y precioso. Por ello, es importante que la madre que está dando el pecho a su pequeño siga una dieta sana y equilibrada.

Lo ideal es confiar en la dieta mediterránea, uno de los regímenes más saludables del mundo. Estas indicaciones también son válidas si el pequeño sufre cólicos gaseosos: una dieta sana, variada y equilibrada es siempre la mejor opción porque garantiza innumerables beneficios. ¿Cómo lidiar con la calidad y la cantidad? Teniendo en cuenta que al amamantar es normal tener más apetito: el requerimiento calórico, de hecho, es más alto de lo normal. Sin embargo, no debemos exagerar: lo ideal es introducir unas 500-700 calorías más al día, aumentando la cuota de proteínas.

La evidencia científica es demasiado débil para recomendar la exclusión de ciertos alimentos. Sin embargo, es recomendable reducir demasiado los alimentos grasos, los fritos, los productos industriales, los procesados ​​y las conservas, para mantener también el peso bajo control. También limita los dulces y las especias, que pueden dar a la leche un sabor desagradable. También ten cuidado con el té, el café, el alcohol, la cerveza y el chocolate.

Sin embargo, parece que se deben limitar algunos alimentos (sobre todo si se consumieron poco durante el embarazo) porque podrían alterar el sabor de la leche y/o provocar cólicos, como por ejemplo: crustáceos, moluscos, cerezas, melocotones, albaricoques, coles, ajos. , cebolla, espárragos, pimientos, pepinos, fresas, uvas, quesos fermentados, caza, postres de nata, productos licorosos, cacao.

¿Qué comer durante la lactancia?

¿Cuáles son los alimentos ideales? Seguir la dieta mediterránea significa comer mucha fruta y verdura, cereales, legumbres, pescados, carnes magras, aceite de oliva virgen extra. También es fundamental elegir alimentos de calidad y de temporada. En general, recuerda que una dieta equilibrada debe incluir todos los nutrientes: lípidos, proteínas e hidratos de carbono, frutas y sobre todo verduras. Aumenta tu ingesta de proteínas, por ejemplo, añadiendo un tentempié de leche, yogur o queso y aumentando las porciones de los platos principales. En la elección de los alimentos para llevar a la mesa también es bueno respetar el criterio de la variedad: alternar los alimentos tanto como sea posible, para asegurar al organismo todas las sustancias que necesita. Además, la madre lactante debe beber al menos dos o tres litros de agua al día.

Cólicos de lactancia: ¿por qué vienen y cómo tratarlos?

Los cólicos por gases son crisis de dolor abdominal que afectan a los bebés en los primeros meses de vida y pueden provocar la entrada de aire en los intestinos. En general, son intermitentes, tienen una duración variable y ocurren solo en ciertos momentos del día, particularmente después de las comidas. ¿Cómo reconocerlos? Los síntomas del cólico del recién nacido son bastante inconfundibles: ataques de llanto repentinos, incontrolados y continuos, acompañados de tensión en el abdomen, flexión de las piernas sobre el vientre, contorsiones diversas, rigidez de los brazos, enrojecimiento de la cara y, en ocasiones, gorgoteo a nivel .abdominal y expulsión de aire.

En la mayoría de los casos, los cólicos son fenómenos fisiológicos y tienden a resolverse a los tres o seis meses de vida. Solo en algunos niños están relacionados con otras enfermedades o trastornos, como una intolerancia alimentaria o alergia a las proteínas o al azúcar (lactosa) que contiene la leche. Para ayudar al bebé durante las crisis , puede ser útil cargarlo, acunarlo suavemente, hablarle en un tono delicado y tranquilo, limitar los sonidos y las luces, masajearle la barriga .. Alternativamente, puede intentar llevarlo a caminar o en automóvil. También puede ser útil mantenerlo boca abajo sobre el antebrazo o tumbarlo boca arriba y doblar las piernas hacia adelante y hacia atrás para favorecer la relajación del abdomen. Generalmente, no hay necesidad de medicación. Los padres pueden consultar con el pediatra, especialmente si el trastorno es intenso y prolongado.