Cuidados de los dientes del bebé: ¿a partir de cuándo y cómo?

La salud bucal es un aspecto fundamental de la salud general que, lamentablemente, a menudo se subestima, especialmente en los primeros años de vida. Desde el nacimiento, el cuidado de la boca de un bebé desempeña un papel crucial no solo en su desarrollo dental, sino también en su bienestar general, su nutrición y su capacidad para hablar claramente. Los dientes de leche, aunque temporales, sientan las bases para la dentición permanente, afectando la alineación y la salud de los futuros dientes permanentes. Por lo tanto, es esencial adoptar prácticas de cuidado bucal saludables desde el principio para prevenir problemas como la caries dental temprana, también conocida como caries de la infancia, que puede tener efectos perjudiciales en los dientes en desarrollo. Descubramos entonces a continuación a partir de cuándo cuidar de los dientes del bebé y cómo hacerlo.

Al educar a los padres y cuidadores sobre la importancia de la salud bucal desde una edad temprana, podemos garantizar un mejor futuro dental para nuestros niños. Más allá de la prevención de enfermedades, la introducción temprana de buenos hábitos de higiene bucal promueve una serie de beneficios a largo plazo, incluyendo la mejora de la autoestima y la reducción de la ansiedad relacionada con las visitas al dentista. Un niño que aprende la importancia de cuidar sus dientes y encías desde pequeño está más preparado para mantener esos hábitos positivos a lo largo de su vida.

Cuidado de los dientes del bebé: ¿cuándo y cómo?

La rutina de cuidado dental es importante para que los niños desde pequeños adquieran, como decimos, buenos hábitos, pero además es algo que también permite reforzar lazos afectivos entre padres e hijos, convirtiendo el cepillado y la limpieza entre los dientes en actividades que fomentan la cercanía y la confianza. Sin embargo en este contexto, surge una pregunta esencial: ¿a partir de qué edad deberíamos comenzar a prestar atención a la salud bucal de nuestros bebés y cómo deberíamos hacerlo?

La atención a la salud bucal de un bebé debe comenzar incluso antes de que el primer diente salga. Los pediatras y dentistas pediátricos recomiendan limpiar las encías del bebé y para ello, basta un paño suave y húmedo o una gasa después de las alimentaciones y antes de dormir. Esta práctica ayuda a eliminar los residuos de leche y azúcares que pueden fomentar la proliferación de bacterias causantes de caries. No hace falta que hagas mucha presión o que le dediques mucho tiempo porque también es cierto que es posible que el bebé se sienta algo incómodo y más si acaba de comer y ves que se quiere poner a dormir. Aprovecha una vez haya comido para pasarle una gasa ligeramente humedecida por las encías y listo.

Una vez que el primer diente hace su aparición, generalmente alrededor de los seis meses de edad, es momento de introducir un cepillo de dientes diseñado específicamente para bebés, con cerdas suaves y un tamaño adecuado para su pequeña boca.

Cómo cuidar de los dientes del bebé cuando salen

La elección del cepillo de dientes correcto y la técnica de cepillado son fundamentales. Para los bebés como mencionamos, se deben utilizar cepillos de dientes con cabezas pequeñas y cerdas suaves, haciendo movimientos suaves y circulares para limpiar tanto los dientes como las encías. Inicialmente, no es necesario usar dentífrico, o se puede optar por una cantidad mínima del tamaño de un grano de arroz de una pasta dental sin flúor, para minimizar el riesgo de ingestión. En el último apartado nos explayamos en esto y os damos más claves.

Beneficios

Iniciar el cuidado bucal desde una edad temprana trae consigo numerosos beneficios. No solo previene problemas dentales como la caries, sino que también enseña al niño la importancia del cuidado personal y la responsabilidad. Un niño con dientes sanos puede masticar alimentos de manera más efectiva, lo que contribuye a una mejor nutrición y, en consecuencia, a un mejor desarrollo general. Además, al evitar problemas dentales, se reduce la necesidad de tratamientos dentales invasivos, que pueden ser estresantes tanto para el niño como para los padres.

¿Cuándo comenzar a usar pasta dentífrica? 

La transición al uso de dentífrico con flúor debería hacerse gradualmente y bajo la supervisión de un adulto para asegurarse de que el niño aprenda a escupir el dentífrico en lugar de tragarlo. Alrededor de los tres años de edad, cuando los niños ya han desarrollado cierta destreza manual y pueden escupir de manera más consistente, pueden comenzar a usar una cantidad pequeña de dentífrico con flúor bajo supervisión (más o menos del tamaño de un guisante).

Es fundamental que los padres o cuidadores continúen supervisando el cepillado, asegurándose de que se realice correctamente y por al menos dos minutos, dos veces al día. Este acompañamiento y supervisión no solo aseguran una técnica adecuada, sino que también refuerzan la importancia de mantener una rutina de cuidado bucal a lo largo de la vida.