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Cómo hacer botellas sensoriales para niños

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Cómo hacer botellas sensoriales para niños

En las redes sociales nos encontramos con todo tipo de contenidos interesantes y probablemente habrás notado que muchos de ellos intentan que nos relajemos, que olvidemos por un momento las obligaciones y la rutina. Mientras tanto, hay opciones analógicas igual de atractivas, como hacer botellas sensoriales para niños.

La idea es que los más pequeños de la casa no permanezcan expuestos tanto tiempo a las plataformas digitales, sino que hallen momentos de calma jugando con estas botellas sensoriales, las que podemos preparar junto a ellos.

Cómo hacer botellas sensoriales para niños

Si nunca has escuchado hablar de ellas, te atrapará saber que son botellas que se rellenan con líquido y otros elementos que se mueven por su interior a medida que los menores las agitan para producir ese movimiento.

Por los sonidos que producen, suelen ser muy recomendables en los tratamientos actuales de niños con ansiedad. Estas terapias intentan darles herramientas a los pequeños para serenarse en los picos de ansiedad, y además pueden entretenerles cuando se aburren, siendo una opción útil en el objetivo de alejarles de las pantallas.

Por otro lado, más allá de la diversión que generan, son perfectas para fomentar la curiosidad y estimular la mente. Y la última buena noticia es que, si las desarrollan contigo, descubrirán lo sencillo que es fabricar cosas por su cuenta.

Materiales para hacer botellas sensoriales

Todo lo que necesitas son unas botellas de plástico, transparentes y con su respectivo tapón, agua, silicona líquida, aceite hidratante, purpurina de colores en polvo o en gel, colorante alimenticio y algún otro objeto que prefieras. Pueden ser lentejuelas, abalorios, juguetes de plástico, clips, pompones, bolas de hidrogel, arroz o fideos.

Paso a paso

El procedimiento para tener tus botellas sensoriales es simple, y dependerá en buena parte de tu imaginación. Siempre comienza colocando un poco de agua, en su estado natural o teñida con el colorante alimenticio.

Luego introduce todos los elementos ornamentales que has dispuesto para ello, combinando formas o colores. Sugerimos, por ejemplo, ir de los colores más fríos a los más cálidos, o de los ornamentos pequeños a grandes.

Recuerda que según los adornos que coloques, en la botella éstos se desplazarán más lenta o rápidamente. Aprenderás más sobre la velocidad de los movimientos una vez que hayas completado varias botellas.

Por último, comprueba que esté bien cerrada y sella el tapón con silicona líquida o un pegamento resistente, impidiendo de ese modo que los menores puedan abrirla por error y tragarse alguno de los objetos usados.

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