Cuidados del bebé

Aliados del crecimiento: descubre cómo los espejos favorecen el desarrollo de tu bebé

Los bebés sienten devoción por los espejos que pueden ser grandes aliados en su desarrollo

Los bebés saben cuándo los imitas y les gusta

espejos bebé
Así pueden ayudarte los espejos en el desarrollo del bebé
Blanca Espada

¿Alguna vez te ha pasado que has cogido en brazos a tu bebé y se ha puesto a chillar o le ves sonreír cuando lo acercas al espejo del baño o a cualquier otro espejo que tengas en casa? Es una reacción que tienen muchos bebés (por no decir todos) y que pasa a que siempre quieran acercarse a los espejos cuando comienzan a gatear y a caminar, pero ¿por qué?. Verse en el espejo implica mucho más de lo que podamos llegar a pensar. De hecho, el espejo es un elemento que puede ser un gran «aliado» en lo que al desarrollo del bebé se refiere. ¿De qué modo?. Toma nota que te lo contamos a continuación.

Cómo los espejos favorecen el desarrollo de tu bebé

Los espejos son objetos fascinantes para los bebés, que les permiten descubrir su propio rostro, sus expresiones y sus movimientos. Pero además de ser una fuente de diversión, los espejos también son una herramienta muy útil para el desarrollo cognitivo, emocional y social de tu bebé. Por ello podemos elegirlos (siempre con la supervisión necesaria) como un elemento que nos va a servir para estimular a nuestro pequeño.

El reconocimiento de sí mismo

Uno de los primeros beneficios de los espejos para los bebés es que les ayudan a desarrollar el reconocimiento de sí mismos, es decir, la capacidad de identificarse como individuos distintos de los demás. Este proceso se inicia alrededor de los 6 meses de edad, cuando el bebé empieza a reconocer su imagen reflejada en el espejo y a reaccionar ante ella con curiosidad, sonrisas o gestos. A medida que el bebé crece, va comprendiendo que ese reflejo es él mismo y no otro bebé, y que sus acciones tienen un efecto en el espejo. Esto le permite desarrollar su autoconcepto, su autoestima y su autonomía.

Para favorecer el reconocimiento de sí mismo, puedes colocar un espejo grande y seguro (de plástico o acrílico) en el suelo o en la pared, donde el bebé pueda verlo bien cuando esté tumbado, sentado o gateando. También puedes usar espejos pequeños o juguetes con espejos para jugar con el bebé, mostrándole su reflejo y nombrando las partes de su cuerpo, sus emociones o sus acciones. Así le ayudarás a asociar su imagen con su identidad y a expresarse mejor.

Además, puedes aprovechar el espejo para reforzar el vínculo afectivo con tu bebé, abrazándolo, besándolo o acariciándolo frente al espejo, y diciéndole lo mucho que lo quieres y lo orgulloso que estás de él. Así le transmitirás seguridad, confianza y amor.

La imitación y el aprendizaje

Otro beneficio de los espejos para los bebés es que les facilitan la imitación, una de las formas más importantes de aprendizaje en los primeros años de vida. Los bebés aprenden observando e imitando lo que hacen los adultos y los niños mayores, y los espejos les permiten verse a sí mismos y comparar sus movimientos con los de los demás. Así pueden mejorar sus habilidades motrices, lingüísticas y sociales, al tiempo que se divierten.

Para estimular la imitación, puedes jugar con el bebé frente al espejo, haciendo gestos, sonidos, canciones o rimas, y animándole a que te imite. También puedes poner al bebé frente al espejo con otro niño o con un peluche, y dejar que interactúen entre ellos, imitando sus expresiones o sus acciones. Así fomentarás su creatividad, su comunicación y su sociabilidad.

También puedes usar el espejo para enseñarle cosas nuevas al bebé, como los colores, las formas, los números o las letras, mostrándole objetos o imágenes frente al espejo y nombrándolos. Así le ayudarás a ampliar su vocabulario y su conocimiento del mundo.

La empatía y la teoría de la mente

Un tercer beneficio de los espejos para los bebés es que les ayudan a desarrollar la empatía y la teoría de la mente, es decir, la capacidad de comprender los pensamientos, las emociones y las intenciones de los demás. Los bebés empiezan a desarrollar estas habilidades alrededor del primer año de vida, cuando se dan cuenta de que los demás tienen una perspectiva diferente a la suya y que pueden reaccionar de forma distinta ante la misma situación. Los espejos les permiten ver cómo se ven los demás y cómo se sienten, lo que les ayuda a ponerse en su lugar y a relacionarse mejor con ellos.

Para potenciar la empatía y la teoría de la mente, puedes jugar con el bebé frente al espejo, mostrándole diferentes emociones (alegría, tristeza, sorpresa, enfado, etc.) y preguntándole cómo se siente él o cómo se siente el otro.

Como ves los espejos son buenos para el desarrollo de tu bebé, pero también para el tuyo, ya que te permiten compartir momentos únicos y divertidos con tu pequeño, así que nada como poner en práctica lo explicado y ser testigo de cómo tu pequeño se sorprende y se va desarrollando.

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