Baleares es la segunda comunidad de España con más agresiones a enfermeras: 380 en 2024
Andalucía con 8,6 millones de habitantes encabeza el número de denuncias con 546
Entre las causas, disconformidad con la atención, altas demoras y presión asistencial


Baleares con 1,2 millones de habitantes es la segunda comunidad de España con más agresiones a enfermeras: 380 en 2024, sólo por detrás de Andalucía donde con 8,6 millones de residentes, se registraron 546 el año pasado.
Son datos procedentes del Observatorio de Agresiones del Consejo General de Enfermería (CGE) que notificó un total de 2.525 denuncias de agresión a enfermeras durante 2024 y ha demandado mejoras en los sistemas de registro ante la diferencia entre esta cifra y la del Ministerio de Sanidad, que apunta a 4.417 agresiones a estos profesionales.
Por comunidades autónomas, tras Andalucía y Baleares, se sitúa Castilla y León (359), Aragón (290) y Navarra (230). Por el contrario, las regiones que menos agresiones han notificado son Ceuta (1), Melilla (1), Extremadura (14), Comunidad Valenciana (15) y Madrid (30).
Si se comparan los datos con los del años anterior, el mayor incremento se ha producido en Castilla y León (+127). También se observan incrementos en Aragón (+48), Extremadura (+32), Navarra (+31) y La Rioja (+28), que el CGE atribuye a un aumento de las denuncias y un mejor registro en estos servicios de salud.
En el lado contrario, se han producido descensos tanto en Canarias como en Galicia, algo que para el Consejo General de Enfermería se debe a que solo han reportado las denuncias efectivas ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y no todos los incidentes que se han producido en las regiones.
Sobre las causas de las agresiones, las más frecuente son la disconformidad con la atención recibida, problemas de accesibilidad, altas demoras y la presión asistencial en Urgencias o Atención Primaria (AP).
«Los datos del Observatorio provienen de lo que nos notifican los colegios provinciales de Enfermería, así como de algunas instituciones que a nivel autonómico también nos los hacen llegar. Por ello es preciso un registro más abierto y transparente», ha reclamado el secretario general del CGE y director del Observatorio de Agresiones de la entidad, Diego Ayuso.
En esta línea, Ayuso ha abogado por que la sanidad privada también deba notificar estos incidentes y trasladarlos tanto al Ministerio de Sanidad como a los colegios profesionales, ya que en la actualidad solo se hace en el ámbito público. Con esto, busca que se conozca mejor la realidad y se puedan adoptar medidas en base a ella.
«Lo que no se registra no se conoce y, en consecuencia, no existe y no se puede luchar contra ello. Los datos nos vuelven a demostrar que hay una infranotificación de sucesos, especialmente de amenazas y violencia verbal, que al final quedan impunes», ha destacado el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, quien ha insistido en la importancia de actuar ante estos actos y tener «tolerancia cero» con los agresores.
Impacto en los profesionales
Desde el CGE también han recordado el impacto que supone para el profesional sufrir una agresión verbal o física, que puede generar mucha frustración, preocupación, afectación en sus tareas diarias e incluso una baja laboral.
«Muchas veces quien sufre una agresión piensa que ha hecho algo mal, cuando realmente es una situación que no tiene que ver con la actitud o con la profesionalidad de esa compañera, sino que el estrés y la ansiedad que padece un paciente o un familiar por no ver satisfechas sus expectativas por la deficiencias del sistema y no por la actuación concreta de un profesional», ha detallado Diego Ayuso.
Para luchar contra esta lacra, el CGE colabora activamente tanto con Policía Nacional y Guardia Civil como con el Ministerio de Sanidad y otros consejos generales, con jornadas conjuntas para analizar este problema de forma global. También cuenta con un curso gratuito, impartido por su centro de formación Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS), para dotar a las enfermeras españolas de medidas para prevenir este tipo de situaciones.
Como ha resaltado el presidente del CGE, en todo caso «queremos dejar muy claro a las enfermeras que no están solas, que ante cualquier agresión, amenaza, insulto o acoso van a encontrar todo el apoyo en sus colegios profesionales, en el Consejo General de Enfermería y, por supuesto, en la Policía Nacional, la Guardia Civil y otros cuerpos autonómicos», ha concluido Pérez Raya.