El Ayuntamiento de Palma adjudica un contrato de 90.000 euros a una oferta valorada con cero puntos

La empresa municipal de aparcamientos de Palma adjudica a dedo un contrato de 90.000 euros para el alquiler de una nave en un concurso sin más concurrencia que la del adjudicatario y sin publicidad alguna. Un espacio ubicado en el Polígono de Son Castelló que irá destinado durante el año que tiene de duración global el contrato al almacenamiento de nuevas bicicletas para el servicio público Bicipalma y los correspondientes anclajes de las nuevas estaciones.

Hay que recordar que el pasado mes de abril la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP), presidida al igual que la EMT, por el concejal socialista de Movilidad, Francesc Dalmau, licitó el suministro de bicicletas, hangares y anclajes para el proyecto de ampliación de Bicipalma, optando la compañía  por excluir de esa convocatoria su instalación que correrá a cargo del propio Consistorio.

Ante la inminente llegada del material, la dirección de la compañía ha procedido deprisa y corriendo a alquilar este espacio, alegando que el dueño de la nave escogida era el único que podía cumplir las necesidades requeridas, por la duración estimada del contrato (máximo de un año) y dimensiones de la nave, se pedía un mínimo de 800 metros cuadrados.

No hubo ni concurrencia, ni publicidad alguna, para que los interesados pudieran optar a este contrato que, además, el SMAP ni tan siquiera  ha negociado con el adjudicatario, ya que éste no rebajado nada de su oferta inicial, ni ha querido aplazar el cobro de la renta hasta el día uno del mes siguiente a su formalización, por lo que se ha llevado cero puntos de valoración de los 100 posibles.

La polémica adjudicación a dedo fue rechazada por la representante del PP en el consejo de administración de este organismo, la concejala Lydia Pérez, que denunció la «mala gestión, la falta de eficiencia y de transparencia» del concejal socialista.

«Nos extraña esta adjudicación con cero puntos de valoración, porque se ha pedido oferta sólo a este propietario de la única nave que se ha encontrado con estas características. Tal vez se podría haber sacado a concurso, y quizás otros propietarios de naves habrían podido concursar, y con la competencia se habría obtenido un precio más competitivo», apuntó Pérez que fue muy crítica con «la falta de transparencia de este gobierno».

«Se ha planificado mal, si se hubiera licitado suministro y instalación no se tendría que alquilar ninguna nave, la empresa ganadora se ocuparía de todo y de coordinar las entregas y almacenar los artículos a suministrar bajo su responsabilidad. Hubiese sido más eficiente ya que el precio del alquiler no se ha podido, ni tan siquiera, negociar», remachó Pérez.