Vox al rector de la Universidad de Zaragoza sobre la Cátedra de Forestalia: «Es un lavado de imagen»
Casi un centenar de profesores de la Universidad pidieron que no se concediera la cátedra
Forestalia ha obtenido la cátedra en Energías Renovables y Competitividad Industrial
La Comisión de Empleo, Ciencia y Universidades de las Cortes de Aragón de este jueves ha sido tensa en un enfrentamiento abierto entre el rector de la Universidad y Vox. Vox solicitó la comparecencia del rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, para analizar los criterios que se emplearon en la creación de la Cátedra de Forestalia, que ha defendido que se trata, en definitiva, «de un lavado de imagen».
Los de Vox se apoyan en una carta que este septiembre más de medio centenar de profesionales, integrado por profesores, investigadores y trabajadores de la Universidad de Zaragoza, dirigieron al rector poniendo en duda la función de la cátedra de la Forestalia, y solicitando que reconsiderara la continuidad de dicha cátedra.
La carta contra la Cátedra de Forestalia
Los investigadores encabezados por José Luis Simón, catedrático del Departamento de ciencias de la Tierra, así como Premio Medio Ambiente de Aragón 2022, exponían que Forestalia estaba tratando de «secuestrar» el ámbito académico para «dotarse de una imagen de rigor y respetabilidad» que para ellos «no era admisible».
Según razonaban, la compañía fundada por el empresario Fernando Samper, no contaba con una trayectoria ética que respaldase esta nueva Cátedra en Energías Renovables y Competitividad Industrial, arguyendo que Forestalia era «un conglomerado de más de 800 compañías instrumentales con domicilio social en Madrid; sus derechos de conexión a la red de transporte están en Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana, y sus proyectos son vendidos a fondos de inversión extranjeros como el francés Mirova-Eurofideme 3 o el danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP)».
Además, criticaban que «el organigrama de Forestalia se ha nutrido básicamente de abogados y administrativos, cuyo papel ha sido ejercer de lobby ante el Gobierno de Aragón y el Gobierno de España, y persuadir a los ayuntamientos y a los propietarios afectados para allanar el camino a sus proyectos». Así como «el descuido en la calidad técnica de los documentos presentados por Forestalia ha sido flagrante».
Según defendían estos investigadores, los cuales de hecho habían participado en muchas de las alegaciones a algunos de sus proyectos, señalaban que había una práctica reiterada de Forestalia que le alejaba de «ser una referencia en el buen hacer ambiental».
Se referían con ello al «fraccionamiento sistemático que realiza de sus proyectos para eludir la evaluación de los Estudios de Impacto Ambiental por el gobierno estatal y poder tramitarlos por el autonómico, lo que técnicamente impide una evaluación de los proyectos en su dimensión real».
Vox: «Es un lavado de imagen»
El diputado de Vox, Juan Vidal, ha expresado que «en absoluto, es nuestra intención la de cuestionar la autonomía de esta Universidad. Queremos poder contribuir a asegurar que las empresas que colaboran con la Universidad muestren suficiente solvencia ética. Y que, en su desenvolvimiento hagan gala de las mejores prácticas empresariales, para garantizar el mantenimiento del prestigio de esta Universidad».
Si bien, Vidal ha dudado de la legitimidad ética de la Cátedra, señalando que la Universidad de Zaragoza se presta a «un completo greenwashing, un blanqueamiento verde al facilitarle una aureola de honorabilidad académica».
«En los últimos ocho años, Forestalia ha desempeñado un papel protagonista en el despliegue desordenado de macro proyectos de energías renovables en Aragón. Que ha sido la causa de los desastrosos impactos medioambientales y socioeconómicos en nuestra región», ha señalado.
En la misma línea, se ha manifestado Teruel Existe, quien ha alertado de que la Universidad de Zaragoza con esta cátedra puede llegar a un «desprestigio»: «No es compatible con los principios y valores de la Universidad”. Al tiempo que ha destacado que los investigadores de la carta «tienen un peso especial en el territorio». Unas palabras que han provocado el enfado del rector y un rifirrafe entre ambos, puesto que Mayoral ha defendido que él «también es científico».
«Forestalia es el único promotor de parques renovables que se ha implicado en espacios naturales, como la Sierra de Albarracín o del Maestrazgo, ni Endesa ni ninguna otra compañía ha actuado en estas zonas», ha denunciado el diputado de Teruel Existe.
Por el contrario, tanto el PP como PSOE y Chunta Aragonesista, han defendido la existencia de la cátedra de Forestalia, y han lamentado que el rector José Antonio Mayoral, que está a punto de terminar su mandato, haya tenido que intervenir en una comisión, probablemente la última que haga como rector, sobre este asunto.
«Tardamos cinco meses en autorizarla»
En su turno de intervención, el rector José Antonio Mayoral se ha defendido de las acusaciones de Vox y Teruel Existe, sosteniendo que él también es científico: «Un poquito de lo que estamos hablando sé».
Así como ha justificado la idoneidad de Julio Tejedor como director de la Cátedra de Forestalia, tras el señalamiento de estos partidos que sostenían, igual que lo hicieron los investigadores de la carta, que Tejedor (catedrático de Derecho Administrativo) fue durante el periodo 2015-2021, alto cargo del Gobierno de Aragón, además también llegó a ser asesor jurídico de Forestalia.
Por el contrario, Mayoral ha expresado, en reiteradas ocasiones en su exposición, que la Universidad tardó «cinco meses en aprobar la Cátedra», demostrando el proceso de estudio para su autorización que llevó a cabo la institución.
Además ha destacado que para Julio Tejedor fuera el director de la cátedra se le obligó «a pasar a tiempo parcial». Por último ha insistido que los objetivos de la Cátedra son «favorecer la transformación energética y la mejora de la competitividad industrial en Aragón, diseñando y promoviendo instrumentos que permitan su impulso utilizando energías renovables, teniendo en cuenta la regulación europea, nacional y regional del sector eléctrico».
«Si no se cumplen dichos objetivos, la Cátedra se cerrará», ha asegurado, añadiendo que «por eso, hay en cada cátedra un miembro del claustro, para vigilar lo que pasa en cada una de ellas».