Vox acusa al PSOE-A de llamarles «brujas» y «gilipollas» en el Parlamento andaluz

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La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en una de sus intervenciones durante una sesión de control al Ejecutivo en el Parlamento de Andalucía en Sevilla (Foto: Efe)

El portavoz parlamentario de Vox en Andalucía, Alejandro Hernández, que este jueves abandonó su escaño en la Cámara por los ataques recibidos por la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha reconocido este viernes que los insultos personales desde la bancada socialista se repiten asiduamente.

«Nos han llamado brujas o gilipollas, pero nosotros hemos sido tranquilos, pausados. Eso sí, todo tiene un límite», ha manifestado Hernández en declaraciones a Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, en referencia a la intervención de Díaz en la sesión de control al gobierno en el Parlamento andaluz.

La socialista increpó al presidente de la Junta, Juanma Moreno, su pacto para aprobar los Presupuestos andaluces de 2021 con «los herederos de franquismo». Al respecto, Hernández asegura que su enfado no se produjo por tal descalificativo al que, desgraciadamente, ya están acostumbrados: «Si nosotros nos fuéramos del Parlamento cada vez que nos dicen ultraderecha, herederos del franquismo y otras lindezas, es que ni entrábamos». Así, lo que motivó su reacción «es lo que viene antes», es decir, que Susana Díaz «lo que estaba intentando hacer era blanquear a ETA, justificar los pactos de su partido en Madrid con la banda terrorista y el brazo político que es Bildu, compuesto por personas que han sido condenadas por crímenes de sangre», según ha enfatizado.

Hernández, que reaccionó de forma airada a dicha alusión de Susana Díaz y protestó por el hecho de que la presidenta del Parlamento no le diera la palabra mientras hablaba la dirigente socialista, ha justificado su reacción indicando que lo que la motivó fue «la equiparación que se hizo de Vox con ETA» por parte de la dirigente socialista, tras asegurar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no había pactado con Bildu.

«Esa es la realidad y lo que no estamos dispuestos a consentir en ningún caso», según ha aseverado el portavoz de Vox, que ha lamentado que en el Parlamento han llegado a «insultar personalmente» a diputados de su grupo llamándoles «brujas» o «gilipollas» desde «la bancada socialista», pese a lo cual «nosotros hemos sido tranquilos, pausados, pero todo tiene un límite», según ha continuado.

Vox volverá el lunes al Pleno

Hernández ha anunciado que su grupo «se reincorporará este lunes con normalidad a la actividad parlamentaria» después de recibir «una serie de explicaciones» por parte de la presidenta de la Cámara, Marta Bosquet (Cs), y «la solidaridad y el apoyo» de diputados de PP-A y Cs y «del Gobierno» andaluz que ambos partidos sustentan. Este jueves habían anunciado su intención de no volver al Pleno.

Hernández ha confirmado que este jueves por la tarde, tras el incidente, mantuvo un encuentro con Bosquet que se desarrolló «con corrección», y ha subrayado que desde Vox van a «exigir de la presidenta del Parlamento en todo momento que nos proteja y ampare, que cumpla con sus funciones», porque «no se pueden cruzar determinadas líneas rojas» como, a su juicio, sucedió este jueves con esa «comparación» de Vox «con una banda criminal, terrorista».

«Eso es lo que no estamos dispuestos a consentir», según ha querido dejar claro el portavoz de Vox, que ha agregado que «llueve sobre mojado», y en ese sentido ha animado a «visualizar muchísimos videos de las sesiones parlamentarias» para comprobar la actitud que se mantiene hacia sus diputados, y a que se «compare lo que les permite» la presidenta del Parlamento «a unos y a otros», en alusión a representantes socialistas.

«No nos podemos poner exquisitos con unos y luego mirar para otro lado cuando quienes están haciendo permanentemente el gamberro son otros», ha añadido en esa línea Hernández, que ha dicho también que ha recibido «la solidaridad y el apoyo de la práctica totalidad de los diputados» de Cs, así como de los del PP-A y de «los miembros del Gobierno» andaluz, algunos de los cuales le dijeron que «no se podía soportar lo que estábamos viviendo», según ha comentado.

Por eso, el portavoz de Vox ha señalado que su comportamiento de este jueves «no es una salida de pata de banco, ni una sobreactuación ni me tengo que tomar pastillas», y lo que hay es que «ser serios y no llegar a estos extremos de que se crucen determinadas líneas en las que se está justificando que haya criminales en política».

El representante de Vox ha defendido que «el momento de intervenir» en el Pleno cuando pidió la palabra ante la alusión de Díaz a los «herederos del franquismo» era cuando él solicitó hablar, porque la dirigente socialista «tenía todavía una intervención por delante». La presidenta del Parlamento simplemente debería haberle dicho «que no me preocupara, que en cuanto» acabase Susana Díaz de hablar ella le daría la palabra, pero «no lo hizo» y «se limitó a apagarme el micrófono», según ha criticado.

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