La crisis de Afganistán está acabando con la popularidad de Joe Biden. El que fuera visto por muchos como el hombre que venía a inaugurar una época dorada de transparencia y amabilidad con la prensa se está comportando con los periodistas que cubren la Casa Blanca con inusitada chulería. Esta vez, y no fue la única, Biden ha huido escopetado ante la pregunta de una periodista por Afganistán. Da la sensación de que el presidente norteamericano no tiene tiempo para atender las preguntas de la prensa tras el desastre que él mismo ha causado en aquel país.
Los rifirrafes de Biden con la prensa son cada vez más habituales. En la cumbre de Ginebra del pasado mes de junio, Biden explotó contra la periodista Kaitlan Collins de la CNN por preguntarle sobre Vladimir Putin, aunque después después se disculpó por su comportamiento. Collins respondió que la disculpa «no es necesaria», porque solamente estaba haciendo su trabajo. Algo que parece olvidar Biden.