‘Sin gluten’: la nueva serie de TVE es un auténtico desastre que no hace gracia

Sin gluten es la nueva serie que ha estrenado La 1 de TVE. Una comedia familiar que resulta un auténtico desastre narrativo gracias a un tono anticuado y a una trama previsible. La audiencia, sin embargo, ha apoyado el estreno con un 17% en el estreno de los dos primeros capítulos. Toda una sorpresa si tenemos en cuenta que cuando se presentó la serie en el último FesTVal de Vitoria dio da impresión, durante la rueda de prensa, que ni la cadena pública ni muchos de los responsables de la ficción no confiaban en el producto. La audiencia es soberana pero no siempre lo que triunfa ha de ser de buena calidad. Hay qué preguntarse qué tipo de contenido quiere ver el público de hoy y por qué.
Sinopsis y datos de producción
Ricardo (Diego Martín), un prestigioso chef, cae en desgracia tras viralizarse un vídeo donde insulta, borracho, a unos comensales. Sin restaurante ni hogar, se ve forzado a vivir con su madre y a aceptar un trabajo de profesor en la escuela donde aprendió a cocinar cuando era un adolescente rebelde. Entre alumnos indiferentes y profesores hostiles, encuentra consuelo en el alcohol. La amenaza de un posible despido debido a un incidente en una clase le obligará a usar la excusa de su rehabilitación para evitarlo.
Producida por Onza en asociación con RTVE y Prime Video y creada por Araceli Álvarez de Sotomayor, Javier Aguayo y Germán Aparicio, Sin gluten reúne a un elenco coral que incluye a Adam Jezierski, Alicia Rubio, Iñaki Ardanaz, Teresa Cuesta y Antonio Resines, con la colaboración especial de Marta Fernández Muro y Fernando Tejero, junto a nuevos talentos como Paula Muriana, Najwa Khliwa, Lucas Miramón, Daniel Triana y Tadeo Masó.
¿Los clientes siempre tienen la razón?
Un 17% de cuota de pantalla para el estreno de los dos primeros capítulos de Sin gluten supone una sorpresa digna de analizar. Mientras, en Telecinco, su producto digno (tampoco es que sea una maravilla pero es mejor) alcanzó un 7,6% de share el mismo día.
Sin gluten es una serie que ni siquiera RTVE confiaba en ella. Eso lo intuímos durante su presentación en el último FesTVal de Vitoria. Ni los actores ni los responsables parecían muy entusiasmados en la venta de esta comedia. Además, la cadena anunció que emitiría dos capítulos semanales ( son 8 en total), algo que suele significar que quieren deshacerse del producto lo antes posible.
Pero, sin embargo, el estreno ha funcionado estupendamente. Eso es un hecho. Al igual que La encrucijada también en Antena 3 está triunfando. Ambas son series mediocres y poco logradas (no es una opinión, es una valoración) y sin embargo, gozan del beneplácito del público. ¿Los espectadores se equivocan? No, simplemente el público de la televisión generalista quiere productos muy determinados.
Además, TVE lleva una temporada en la que el público está respondiendo pero, ¿qué pasaría si Sin gluten se emitiera ahora mismo en Telecinco? Que no la vería nadie. Dónde se emite es también un factor importante.
Sin risas y sin ganas
¿Por qué Sin gluten es mala? Muy simple; la trama la hemos visto mil veces, es previsible y tópica. No existe investigación ni profundidad alguna en conflictos y personajes. Cierto es que el humor es complejo, local y muy personal. No a todo el mundo le hacen gacia las mismas cosas pero hay línea roja: que la comedia no de vergüenza ajena. En Sin gluten hay decenas de momentos en los quequieres mirar a otro lado.
No hay ritmo en esta nueva serie. También brillan por su ausencia las sorpresas o las emociones. Es la típica producción que en los 90 ya quedaría anticuada. Y es que, una cosa es que al espectador le gusten las historias simples y son complicaciones y otra es que le tomen por un necio.
Y no hace falta descubrir la rueda para hacer una serie digna. No es necesario comparar Sin gluten con The Bear, eso sería injusto, pero sí podemos emparejarla con Animal ( Netflix), una historia que también juega con el concepto delo pez fuera del agua pero lo hace con una amor, una coherencia y un trabajo actoral impecables.