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¿Por qué Betty vuelve a ser fea? Todo sobre la segunda parte de la telenovela

'Betty, la fea: la historia continúa': una secuela alocada y algo absurda

Betty fea
Cartel de 'Betty, la fea: la historia continúa'. (1)

Este viernes 19 de julio, Prime Video ha estrenado Betty, la fea: la historia continúa, secuela de la archiconocida telenovela colombiana Yo soy Betty la fea. Hace 25 años vimos cómo la protagonista se sometía a un cambio de look y pasaba de patito feo a cisne deslumbrante. Ahora, es al revés. ¿Cómo se las han arreglado los guionistas de esta nueva entrega para que Betty vuelva a hacer honor a su apodo? Esta es la pregunta del millón. Vistos los dos primeros episodios (de diez) tenemos la respuesta. ¿Funciona? Más o menos. Ahora, la apariencia física se torna en una especie de empoderamiento personal y femenino aunque, al final, nos estén contando lo de siempre: el aspecto sí importa, es lo que nos define de cara a los demás. Betty, la fea se ha adaptado a los tiempos modernos. O no. La serie sigue siendo igual, tanto para lo bueno como para lo malo. Atención, en este artículo hay spoilers.

Lo que dio de sí ‘Betty, la fea’

Yo soy Betty, la fea, el descomunalmente exitoso melodrama creado por Fernando Gaitán (1960-2019)- el mismo responsable de Café con aroma de mujer- , se estrenó el 25 de octubre de 1999 y finalizó el 8 de mayo de 2001. El mundo entero se rindió ante esta telenovela clásica con mucho contenido cómico y protagonizada por una mujer poco agraciada que, en realidad, estaba interpretada por una actriz muy bella (Ana María Orozco) a la que disfrazaban con aparato dental, flequillo grasiento, ropa poco combinable y unas gafas de culo de vaso.

Betty fea
‘Yo soy Betty, la fea’.

Antes de hablar de la secuela, repasemos lo que ocurrió en la primera parte (aunque al comienzo del primer episodio de esta nueva serie se hace un breve resumen). La novela original de Gaitán sigue a la poco agraciada Betty Pinzón (Orozco) en su recorrido por la empresa Ecomoda. Aunque ella es una mujer muy cualificada, nadie la contrata por culpa de su aspecto, hasta que Armando Mendoza (Jorge Enrique Abello), recién convertido en presidente de la compañía, requería una secretaria propicia, siempre y cuando no fuera Patricia Fernández (Lorna Cepeda), la mejor amiga de su prometida, Marcela Valencia (Natalia Ramírez), y especialmente enemiga de su estilo de vida seductor.

Aunque los ejecutivos de Ecomoda la desprecian, Betty logra ganarse la amistad de las otras secretarias (el Cuartel de las feas) y sobre todo la confianza de su jefe cuando se desvive por ayudarle a conseguir sus metas para el primer año de mando. Pero, para poder mantenerse en su puesto, Armando engaña a Betty y le hace propietaria de la empresa para ocultar trapos sucios. Y así, entre mentiras, ambos terminan enamorándose. Bety se somete a un cambio de look, se vuelve bella y se casa con su amado antes de anunciar que está embarazada. ¿Final feliz? Parece ser que no.

Betty
‘Yo soy Betty , la fea’

¿De qué va ‘Betty, la fea 2’?

La trama comienza dos años después de la salida de Betty de Ecomoda. Su matrimonio con Armando ha empezado a hacer aguas y se plantea el divorcio. Esta situación la lleva a hacer lo posible por conectar al máximo con su hija adolescente, y no puede dejar de preguntarse si es feliz con la vida que ha elegido.

Betty fea
Cartel de ‘Betty, la fea: la historia continúa’.

Sus quebraderos de cabeza van más allá cuando descubre que la última voluntad de Roberto, su suegro y fundador de Ecomoda, antes de su muerte era que Betty volviera a la empresa. Betty se encuentra ahora en uno de los momentos más complicados de su vida, con varios frentes abiertos y sin saber muy bien cómo resolverlos sin perder la cordura.

¿Por qué Betty vuelve a ser fea?

No puedes llamar a una serie Betty, la fea si la tal Betty ya no es un adefesio. Por lo tanto, volver al origen de la serie en una sociedad que ya ha avanzado mucho y que se toma estas cuestiones superficiales como un ataque a la integridad del individuo no era tarea fácil. ¿Por qué la protagonista querría regresar a ese aspecto tan desastroso? Para responder, hay que poner en contexto.

Betty fea
‘Betty, la fea: la historia continúa’.

La nueva Betty sigue tan torpe y tan dramática como siempre. Es la niña buena de antaño pero continúa siendo una sosa y una supuesta víctima de los demás . Ahora se está separando de su marido por razones bastante peregrinas (malos entendidos que resultan torpes argumentalmente) y su hija la rechaza. Betty no sabe ya quién es. Por eso, tras leer una carta de su difunta madre en la que le dice viene a decir, a bote pronto, que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, la protagonista decide volver a sus orígenes; a su flequillo mal hecho , sus gafas de pasta y su ropa monjil para así recuperar su esencia. Ahora, la fealdad es una forma de individualismo y empoderamiento. ¿Es creíble dentro de la serie? No mucho pero es que ahí nada lo es.

A Betty, la fea 2 le falta la mala leche del original. Aquí, los personajes sólo dan vueltas sobre lo mismo (ella llora mientras que Armando se pasa el rato disculpándose) y los mecanismos narrativos siguen anclados en las telenovelas de los 90; se tira demasiado de casualidades, de descubrimientos in extremis, de repeticiones y sobre todo, de una falta absoluta de raccord emocional (en una escena, un personaje está enfadado con otro y a la siguiente, sin explicar por qué, son tan amigos). Todo esto funciona en un formato como el culebrón diario, cuando se necesita enganchar a la audiencia en cualquier momento. Ahora, en el streaming, con temporadas más cortas ( en este caso, diez capítulos) estas estrategias no son necesarias.

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