CRIMEN EN CANTABRIA

El psicólogo Javier Urra sobre los niños homicidas de Castro Urdiales: «Pueden llegar a ser buenos padres»

Cómo mucho 5 años de encierro: la pena máxima a la que se enfrentan los menores que han matado a su madre en Castro Urdiales.

Los expertos: "Un menor que pase más de 5 años encerrado se animaliza"

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Javier Urra, psicólogo experto en menores, sobre el caso de la madre asesinada por sus hijos en Castro Urdiales
Ángel Moya

La Guardia  Civil no ha encontrado hasta ahora pruebas de que los menores que mataron a su madre en Castro Urdiales fueran maltratados. Tampoco colaboraron en exceso con la investigación y mantuvieron un perfil frío durante su detención.

Sin embargo, el psicólogo experto en menores, Javier Urra, es optimista sobre el futuro de los menores homicidas y la capacidad reformadora de la Ley del Menor. «Trabajando mucho con ellos, con el tiempo, pueden llegar a ser buenos padres».

Urra, además, considera más que suficiente los cinco años de reclusión en un centro cerrado que le esperan al mayor de los dos hermanos detenidos por asesinar a su madre: «Si pasa más de cinco años de encierro, un menor se animaliza».

Desde su perspectiva como impulsor de la redacción de la Ley reguladora de la responsabilidad penal de los menores, y experto de la Fiscalía y juzgados de Menores, Javier Urra cree que los dos adolescentes de Castro Urdiales son recuperables: «El trabajo con ellos empieza por que sean conscientes. Han matado a su madre, pero luego todo eso hay que elaborarlo. ¿ Cómo un hecho tan terrible ha sucedido? ¿Qué os ha llevado a eso? ¿Qué otras alternativas teníais?».

Según Urra, el tratamiento de los menores homicidas de Castro Urdiales es un largo camino «en el que se busca un cambio cognitivo para llegar a un cambio conductual». Explica este psicólogo que hay que decirles: «Lo que habéis hecho no tiene vuelta atrás, la muerte es irreversible. Habéis matado a vuestra madre. ¿Qué pensábais de ella y de una familia que os ha adoptado?».

«Esos menores van a vivir toda la vida con ese punto oscuro que intentarán acallar y les generará una profunda y cáustica culpabilidad, es en eso en lo que hay que trabajar con ellos. A esa mujer no le podemos devolver la vida. Una vez que la noticia haya salido de los medios, lo que tenemos que intentar desde el ámbito de la reforma es seguir trabajando para que estos dos jóvenes se vayan integrando en la sociedad como tantos otros y sean unos buenos ciudadanos y, por qué no, que el día de mañana sean unos estupendos padres».

Urra, ex defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, pone como ejemplo un caso sonado en la historia negra de España, el asesino de la katana. Un joven de 16 años que en el año 2000 mató a sus padres y a su hermana. «Hoy está reinsertado, también en Cantabria, con su mujer y con su hija».

Penas para los menores

No hay muchas dudas sobre el terrible caso de los menores de Castro Urdiales. El futuro judicial de los hermanos es bastante claro. El de 13 años es inimputable. Fiscalía le ha enviado a un centro de protección de menores, se trabajará con él y se decidirá si vuelve con su padre o no.

El chico de 15 años ya ha sido enviado a un centro de reforma cerrado y privado de libertad durante los próximos seis meses, tiempo suficiente para que el juzgado termine la instrucción de la causa.

Según la ley, así será su permanencia dentro del centro: «El internamiento en régimen cerrado pretende la adquisición por parte del menor de los suficientes recursos de competencia social para permitir un comportamiento responsable en la comunidad, mediante una gestión de control en un ambiente restrictivo y progresivamente autónomo».

En cualquier caso, el mayor de los dos hermanos menores detenidos en Castro Urdiales, al tener 15 años de edad, nunca podrá pasar más de cinco años en el centro de régimen cerrado y tres años más de libertad vigilada.

La ley prevé que para la elección del tiempo recluido y el de libertad vigilada se deberá ser flexible según la valoración jurídica de los hechos, la edad y las circunstancias familiares y sociales. Aquí es donde entra en juego el abogado del menor detenido, que sin lugar a dudas intentará demostrar que antes del crimen hubo un maltrato familiar prolongado sobre los menores de Castro Urdiales.

En contra del menor se suman todas las circunstancias posteriores al momento del asesinato. Los menores limpiaron el escenario del crimen, manipularon el cadáver de su madre y la escena, se lavaron, tiraron las pruebas a un contenedor, fingieron un secuestro e intentaron huir.

En cualquier caso, será  el juez de menores el que deberá motivar en la sentencia las razones por las que aplica la pena y el plazo de duración de la misma, atendiendo siempre al interés del menor.

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