Un padre mata a su mujer y a sus dos hijos y después se suicida en Barcelona
Todo apunta de nuevo a un brutal crimen por violencia machista
El juez que instruye el caso ha decretado el secreto de las actuaciones
Nuevo caso de violencia machista en España. Los Mossos d’Esquadra investigan la muerte de una mujer, de 42 años, y de sus dos hijos, gemelos de 8 años, este martes por la noche en un piso de El Prat de Llobregat (Barcelona).
Según informa la policía catalana en un comunicado de este miércoles, horas antes de localizar los cuerpos el padre de los menores, de 43 años, se había suicidado en la estación del municipio. Es por esto que todo apunta a que el hombre habría matado a su familia para después quitarse la vida.
El juez que instruye el caso ha decretado el secreto de las actuaciones mientras los agentes de Mossos de la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Metropolitana Sur llevan a cabo la investigación.
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha informado de que no constan antecedentes judiciales entre la mujer hallada muerta violentamente y el presunto autor de los hechos.
El Juzgado de Instrucción 4 de la localidad, en funciones de guardia, ha realizado el levantamiento de cadáver de los cuatro miembros de la familia y se ha inhibido en favor del Juzgado de Instrucción 5 de la misma ciudad, encargado de las causas de violencia sobre la mujer.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género se encuentra investigando como crimen machista el caso.
Menores asesinados
De confirmarse que se trata de un crimen machista, serían siete los menores asesinados este año en España por casos de violencia machista o vicaria, cinco de ellos en Cataluña.
El último caso se produjo el pasado miércoles, 3 de abril, en Gerona, cuando el pequeño Ayax, de 5 años, fue apuñalado mortalmente por su padre, que también atacó a la madre del menor dejándola en estado crítico.
Desde 2013, un total de 55 menores han sido asesinados por sus padres o las parejas de sus madres en crímenes vicarios, una cifra que podría elevarse a 57 si se incluye a los dos menores hallados muertos este martes en El Prat de Llobregat.
También se suicidó el padre que mató a sus dos hijos de 7 y 10 años el pasado enero en Barcelona. En este caso, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, no constaban denuncias previas por violencia machista contra él por parte de la madre.
Desde comienzos de este año ocho mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, cifra que se elevaría a nueve si se confirma el asesinato de carácter machista de la mujer de El Prat.
El 061 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo [email protected]; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
Violencia vicaria
Este caso no podría encuadrarse, a falta de resolverse la investigación, como un caso de violencia vicaria. Y es que, la violencia vicaria es la violencia ejercida sobre los hijos para hacer daño a la madre. Pero en este caso también habría matado a la mujer.
La violencia vicaria es un tipo de violencia en el que el agresor utiliza a una tercera persona, normalmente los hijos e hijas, como sustituto o representante de la mujer, para hacerle daño a ella. De esta forma, el agresor busca causar un sufrimiento mayor a la mujer, al atacar lo que más quiere y lo que más le duele. La violencia vicaria es, por tanto, una forma de violencia instrumental, que se emplea como medio para conseguir un fin, que es el control, la venganza o el castigo de la mujer.
La violencia vicaria puede manifestarse de diversas formas, según el tipo de violencia que se ejerza y el grado de intensidad o frecuencia. Algunos ejemplos de violencia vicaria son los siguientes:
- Agredir físicamente a los hijos e hijas, causándoles lesiones, heridas, hematomas, fracturas, quemaduras o incluso la muerte.
- Abusar sexualmente de los hijos e hijas, obligándoles a realizar o presenciar actos sexuales no consentidos, o exponiéndoles a material pornográfico o a situaciones de riesgo.
- Maltratar psicológicamente a los hijos e hijas, insultándoles, humillándoles, amenazándoles, aislándoles, descalificándoles, ignorándoles, comparándoles, culpabilizándoles o induciéndoles al suicidio.
- Dañar económicamente a los hijos e hijas, negándoles la pensión alimenticia, los gastos escolares, la ropa, los juguetes, las actividades extraescolares o cualquier otro recurso necesario para su bienestar.
- Incumplir el régimen de visitas, impidiendo o dificultando el contacto entre la madre y los hijos e hijas, o alargando o acortando las estancias sin motivo justificado.
- Alienar a los hijos e hijas, manipulándoles para que rechacen o desprecien a la madre, o para que se posicionen a favor del agresor, mediante mentiras, chantajes, sobornos o falsas acusaciones.
- Utilizar a los hijos e hijas como espías, obligándoles a informar sobre la vida privada de la madre, sus relaciones, sus actividades, sus ingresos o sus gastos.
- Interrumpir o interferir en la atención médica, educativa o social de los hijos e hijas, negándose a llevarles al médico, al psicólogo, al colegio o a otros servicios, o cambiándoles de centro sin el consentimiento de la madre.
- Exponer a los hijos e hijas a situaciones de peligro, violencia o delincuencia, llevándoles a lugares inapropiados, dejándoles solos o sin supervisión, o implicándoles en actos ilícitos.
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