PRIMOS DESAPARECIDOS

El investigador privado del caso de los primos desaparecidos: «La teoría del accidente es inverosímil»

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Ángel Moya

El investigador privado del caso de los primos desaparecidos cuyos restos han sido hallados en el vertedero de Toledo asegura que «la teoría del accidente es inverosímil». Así, el detective contratado por las familias de Ángel y Fernando sostiene que a los dos menores «les pasó algo» relacionado con la visita a una ex novia del mayor de los primos que residía en la ciudad castellanomanchega.

El investigador Carlos García Barrett, contratado por las familias de los dos primos desaparecidos, habla para OKDIARIO con toda la claridad que le permite un caso que está bajo secreto de sumario: «La hipótesis del accidente en el contenedor de basura es muy inverosímil, ellos podían haberse resguardado del frío en la estación de autobús que ya conocían, o en cualquier otro sitio menos dentro de un contenedor de basura. Son chavales que están acostumbrados a estar en la calle, que trabajan con chatarra, tienen recursos y no tienen la desesperación de meterse en un contenedor».

El investigador, mientras se intenta reconstruir la secuencia de los hechos, aclara el detonante del suceso: «Aquí ellos tenía una visita pactada para ver a la pareja del mayor que reside en Toledo y se entiende que durante ese viaje les ocurrió algo. Ya habían ido a Toledo en otras ocasiones, y se sabe que llegaron por su propio pie, y allí pasó algo». Los menores habían advertido a sus familias que se iban a Toledo, dejaron los teléfonos móviles en casa y se trasladaron hasta la ciudad en autobús.

La Policía también suscribe el relato del investigador hasta ese punto. Los agentes tienen pruebas de que el mismo día de su desaparición en Madrid el pasado 10 de diciembre, los dos primos desaparecidos llegaron vivos a la estación de Toledo y pasaron por un hotel donde las cámaras les grabaron a ellos solos entrando y saliendo minutos después. A partir de aquí, su pista se pierde hasta que el 15 de diciembre un operario del vertedero de Toledo encuentra el cadáver de Fernando, el mayor de los primos. Casi un mes después, el 11 de enero de 2023, la Policía encontró parte de los restos mortales de su primo Ángel.

En todo este intervalo temporal, la Policía mantiene abiertas las dos hipótesis. Una es la del accidente, supuestamente al meterse voluntariamente en un contenedor de basura para protegerse del frío. Esa teoría se sostiene por la autopsia preliminar dice que el cuerpo de Fernando, el mayor, no presenta signos de violencia y murió por asfixia no mecánica, es decir, por aplastamiento o al aspirar los vapores tóxicos del basurero. Sin embargo, la familia de las víctimas cree que, tal y como estaba el cuerpo, era necesaria una autopsia más en profundidad y para ello cuentan con la segunda autopsia que realizará el prestigioso forense Francisco Etxeberría.

La otra hipótesis es la que apunta al homicidio de los dos menores. La Policía también la tiene en cuenta y de hecho lo primero que hizo fue interrogar a la familia de la chica de Toledo, a la que los dos menores pretendían visitar. La familia niega haber contactado de ninguna forma con los menores, pero la Policía registró su casa y tomó muestras de restos que se están analizando. Las dos casas que esta familia ocupaba en Toledo permanecen precintadas por el juez del caso.

«Esa casa se repintó, se volvió a pintar de color rosa a los dos días de la desaparición de estos chavales, es una información que dan los testigos, y que he confirmado personalmente. Se ha limpiado y repintado la casa y sigue precintada por orden judicial», apunta Carlos García Barrett. Lo cierto es que el abogado de las familias de las víctimas acaba de presentar al juzgado que investiga el caso las llamadas de teléfono de tres testigos que supuestamente vieron a los menores en el entorno de esa casa y presenciaron escenas de tortura y dos presuntos homicidios.

El detective conoce la existencia de esos testigos: «Ellos han visto algo allí, hay unas conversaciones en las que ellos narran algo que parece un crimen, quieren declarar ante un juez y no están sufriendo ninguna coacción. Habría que escucharles porque son los más cercanos a lo que ha ocurrido y quieren hablar con la única garantía de que se les garantice su anonimato».

Por su parte, la Policía guardia silencio sobre el caso, mientras las familias de las víctimas pondrán a disposición de los agentes un centenar de voluntarios para reforzar la búsqueda de los restos del segundo de los primos que quedan por encontrar. De esta manera, quieren atenuar su dolor y recuperar cuanto antes todos los restos de su ser querido, pero también hallar el cuerpo de Ángel cuanto antes para evitar que el ecosistema del vertedero borre del todo cualquier huella o rastro de un crimen violento.

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