La agonía de Laia, la niña de dos años torturada hasta la muerte por su madre y padrastro en Zaragoza

El jurado popular encargado de enjuiciar el caso de Laia, la niña de sólo dos años asesinada en Zaragoza a causa de terribles torturas a las que era sometida «de forma persistente y habitual», ha declarado culpables a sus padres. Vanesa Muñoz Pujol (de 30 años) y el padrastro de la menor, Cristian Lastanao Vallenilla (de 35 años), son culpables de asesinato con alevosía y ensañamiento hacia la menor, y con la intención clara de provocarle la muerte.

A tenor del veredicto del jurado, tanto la Fiscalía como la acusación particular en nombre de la familia del padre biológico de la niña, separado de la madre desde tiempo atrás, y de la Generalitat de Cataluña, que llevó varias denuncias de maltrato contra los tres hijos de la madre, han reiterado su petición de prisión permanente revisable para los acusados.

Por su parte, los letrados de la defensa, que solicitaban inicialmente la libre absolución de sus respectivos clientes, han pedido al tribunal la condena mínima establecida para el delito de asesinato establecido por el jurado, sin fijar un horizonte temporal.

Durante el juicio, que tuvo lugar la semana pasada, los acusados se responsabilizaron mutuamente de la culpabilidad de los hechos. Sin embargo, el jurado popular ha considerado que los dos son responsables de causar la trágica muerte de la menor, registrada el 20 de enero de 2021 en una vivienda de Zaragoza donde convivía con sus otros tres hermanos.

El tribunal se apoyó en las conclusiones de la autopsia practicada al cadáver de la niña, donde los forenses detectaron hasta 101 lesiones en un cuerpo de apenas 15 kilos, 73 de las heridas eran recientes, y 28 antiguas. «La molieron a palos», dice el veredicto de los forenses, según recoge el periódico Heraldo, donde explican que la menor tenía golpes en el cráneo, en la cara, en el tórax, el abdomen, y las extremidades, «todas ellas producidas en el domicilio familiar», concluyen.

La obligaron a consumir cocaína

Según los informes médicos, 48 horas antes de morir, la menor recibió un fuerte golpe que le reventó el duodeno -una parte del intestino delgado que está comprendida entre el final del estómago y el yeyuno- lo que le provocó una peritonitis infecciosa que acabó causándole una agónica y prolongada muerte. Una lesión muy dolorosa que la menor soportó sin ningún tipo de asistencia sanitaria y que, según informa el mismo diario, lo único que le suministraron los padres para calmar el dolor fue paracetamol.

La muerte de la menor se produjo la noche del 21 de marzo de 2021, después de que los servicios sanitarios de emergencia desplazados a la vivienda de los acusados en la capital aragonesa, donde convivían con otros dos hijos menores, certificaran su fallecimiento, sin poder hacer ya nada para salvar su vida.

Además los análisis practicados al cabello de la víctima han servido para demostrar que los padres de Laia -la madre y su padrastro-, hicieron que la niña consumiera cocaína, cannabis, antidepresivos e hipnóticos, durante al menos seis meses previos a su muerte.

Los forenses que comparecieron en el juicio relataron que la menor sufrió una muerte agónica y dolorosa que se prolongó durante horas a causa de las lesiones que sufrió mientras era golpeada de forma violenta y repetida. Un día antes, un grupo de testigos, entre otros los policías que intervinieron en el caso y dos testigos presenciales, aseguraron que estaban convencidos de que Laia estaba muerta en el momento de avisar sus padres al servicio de emergencias del 112.