El actor español que acabó en el calabozo por secuestrar un autobús: «Me llevé unas cuantas…»
Antonio Resines está promocionando su nuevo proyecto
"Me llevé unas cuantas hostias en la Dirección General de Seguridad"
A pesar de su dilatada trayectoria, de momento no piensa en jubilarse
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Mikaela, una película que se ha estrenado 31 de enero, ha puesto encima de la mesa el secreto de un actor muy conocido. Antonio Resines ha concedido diversas entrevistas en las que, además de hablar sobre su carrera y su personaje en el filme, ha compartido una anécdota personal que ha sorprendido a muchos.
A lo largo de sus más de cuatro décadas en el mundo de la interpretación, ha vivido innumerables experiencias, pero pocas tan inesperadas como la vez que ‘secuestró’ un autobús. «Me llevé unas cuantas hostias en la Dirección General de Seguridad», ha comentado al respecto mientras comentaba el incidente. Para entender qué hay detrás de esta aventura hay que tener en cuenta el argumento el citado largometraje.
En Mikaela, Antonio Resines da vida a Leo, un agente de policía que está a punto de retirarse, pero que se ve envuelto en un suceso inesperado cuando una fuerte nevada colapsa las carreteras. En medio del caos, un grupo de delincuentes asalta un furgón blindado y el personaje de Resines se ve obligado a colaborar con una joven agente de la Guardia Civil para impedir el crimen. Esta tensión entre un veterano y una novata, así como la presencia de la ley enfrentándose a circunstancias extremas, podría recordar a alguna de las vivencias del actor fuera de los sets de rodaje.
Durante una entrevista con la revista Fotogramas, el protagonista de nuestra noticia ha confesado un episodio de su juventud que guarda cierto paralelismo con el carácter de su personaje en Mikaela: una acción fuera de lo común que acabó con él en un calabozo. Sin embargo, lejos de tratarse de un acto delictivo con fines personales, fue una acción ligada a la convulsa situación social del momento.
«No es que secuestráramos un autobús, simplemente tomamos el control de él para llegar a donde queríamos ir», ha comentado al respecto.
La aventura más atrevida de Resines
Todo ocurrió en los años setenta, cuando el actor, entonces estudiante universitario, participaba activamente en manifestaciones. En aquel entonces, junto a un grupo de compañeros, decidieron que la mejor manera de acudir a una protesta en Plaza Castilla era pedirle «amablemente» al conductor de un autobús que los llevase directamente a su destino.
Sin embargo, lo que parecía una estrategia sencilla pronto se torció. Al abordar el vehículo en Tres Cantos, notaron que había pocas personas a bordo, lo que les hizo suponer que se trataba de otros estudiantes con intenciones similares. No obstante, la realidad era muy distinta: los desconocidos resultaron ser policías de paisano. «Cuando las puertas se cerraron, nos dimos cuenta de que habíamos metido la pata», recordó entre risas el actor.
La situación se agravó rápidamente. Los agentes encubiertos intervinieron y todos los ocupantes del autobús fueron llevados a la comisaría, donde Resines pasó varias horas en el calabozo. Aunque la intención de los jóvenes era protestar contra la subida del precio del pan, la acción les costó una detención y una experiencia que el actor nunca olvidará.
«Era nuestra forma de hacer ruido, de protestar por algo que nos afectaba a todos», comentó el actor. En aquella época, las movilizaciones sociales eran comunes y los estudiantes jugaban un papel clave en ellas. Resines aseguró que, aunque la protesta no terminó como esperaban, el incidente no fue en vano: «Me llevé unas cuantas hostias en la Dirección General de Seguridad y una multa, pero fue parte de lo que tocaba vivir entonces».
Esta aventura demuestra que, detrás del artista, hay una vida muy rica que muchos desconocen. El hermetismo que le rodea no le ha ayudado en determinadas situaciones, pero detalles como este demuestran que estamos delante de un gran personaje.
¿Va a jubilarse Antonio Resines?
Más allá de sus recuerdos del pasado, el actor también abordó otro tema de interés en la entrevista: su adiós profesional. Aunque sigue activo en el cine y la televisión, Resines aseguró que, técnicamente, ya está jubilado. «Gracias al Estatuto del Artista podemos cobrar la pensión que nos corresponde y seguir trabajando», explica al respecto.
El protagonista de Los Serrano admite que, en un principio, su idea era alejarse de la interpretación y centrarse en otras facetas del mundo cinematográfico. Sin embargo, con el paso del tiempo ha aceptado que su verdadera pasión sigue siendo estar delante de las cámaras. «Mientras el cuerpo aguante, seguiré haciendo lo que más me gusta», concluye con una sonrisa.
Antonio Resines ha vuelto a demostrar que su vida, tanto dentro como fuera de la pantalla, está llena de historias sorprendentes. Y aunque ahora prefiere contar anécdotas en entrevistas en lugar de «tomar prestados» autobuses, su espíritu sigue siendo el de un joven inconformista que no teme desafiar los límites. De momento le queda mucho camino por recorrer, pero ¿qué aventuras le tendrá preparadas el destino?