Qué pasa cuando te tragas un hueso de aceituna
Cuando comemos pueden producirse toda clase de riesgos. Uno de ellos es lo que ocurre si tragas un hueso de aceituna. ¿Qué debemos saber al respecto? Toma nota.
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Las aceitunas suelen gustarnos a la mayoría de nosotros, y no sólo pueden acompañar muy bien algún aperitivo antes de una comida fuerte, sino que incluso muchas recetas las llevan en ella. Aclarado esto, cuando las usamos con los huesos debemos ser absolutamente cuidadosos de no tragarlos. Por qué, ¿qué pasa cuando te tragas un hueso de aceituna?
En general, es poco probable que experimentemos un atragantamiento con el hueso de la aceituna, pero si pasamos por esa situación, las probabilidades de que haya que recurrir a maniobras específicas para expulsarlo son altas, y es mejor estar correctamente preparados.
Lo que debes hacer cuando te tragas un hueso de aceituna
El atragantamiento con comida no es un tema menor. Se debe procurar evitarlo ya que, según el Instituto Nacional de Estadísticas de España, la asfixia por atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España. Aunque la mayoría de estos casos no fue provocada por comida, hay algunos alimentos especialmente proclives al atragantamiento, en especial en los niños. Precisamente entre estos se encuentran las aceitunas, cuyos huesos pueden provocar muchos atragantamientos y ahogamientos.
Frecuentemente el atragantamiento se resuelve solo, mediante el reflejo de la tos. Pero si el elemento toma un mal camino, como ubicarse en un sitio que obstruya las vías respiratorias, la situación es más peligrosa. Si te atragantas con comida, esto es lo que hay que hacer:
- Esperar a que la tos limpie las vías respiratorias.
- No intentar extraer el elemento con los dedos ni golpear en la espalda.
- Si la tos no hace efecto, inclinarse hacia adelante con la espalda doblada.
- Si no se puede toser, practicar la maniobra de Heimlich.
- No alejarse de otras personas.
- Si la situación se agrava, llamar a la emergencia médica.
Si tragas un hueso de aceituna y no hay atragantamiento
Cuando te tragas un hueso de aceituna y no hay atragantamiento, no debes preocuparte. Es un hecho sin ninguna gravedad. El carozo seguirá su camino en el aparato digestivo y será eliminado de manera natural.
La semilla de la aceituna, que se encuentra dentro del carozo, es un producto de gran valor nutricional, lleno de antioxidantes, fibra y grasas saludables. Sin embargo la parte leñosa es tan dura que los ácidos estomacales no pueden disolverla. Por eso si tragas un hueso de aceituna lo expulsarás con tus heces sin ningún problema.
Lo primero que debes saber es que el intestino humano no es capaz de digerir el hueso, así que si lo ingieres acabarás evacuándolo junto con el resto de los desechos alimentarios. Tampoco nos ofrece ningún nutriente ni ninguna ventaja nutricional, por lo que no tiene sentido incluirlo adrede.
El principal peligro al que nos exponemos si no somos precavidos y acabamos tragándonos estos huesos, es que queden alojados en alguna parte del sistema respiratorio, sobre todo en las vías aéreas superiores, como se las denomina, lo que podría derivar hasta en una intervención.
En otras ocasiones, ese riesgo debe ser atendido de inmediato para que la víctima no sufra ninguna consecuencia, y lo que se recomienda en esos casos es recurrir a la maniobra de Heimlich, ideada justamente para que alguien que se está atragantando pueda deshacerse de ese objeto.
Si alguien sufre un atragantamiento, tienes que colocarte detrás de él, pasando los brazos alrededor de su cintura, colocando una mano por encima del ombligo con el puño cerrado y la otra cubriéndola por completo.
A continuación, debes presionar con fuerza sobre el abdomen, mientras levantas a la persona ligeramente hacia arriba, repitiendo este procedimiento cinco veces, o hasta que pueda expulsar el hueso de la aceituna.