Logra el primer Ironman indor estático de la historia

El navarro Ricardo Abad no deja de sorprendernos con sus retos. El pasado fin de semana realizó el vigésimo tercer Ironman del presente año, pero no lo hice de la manera habitual. El lugar escogido fue un espacio cerrado como es la Feria-Congreso del Corredor en Baluarte. Recordemos que Abad busca completar un total de 100 a lo largo del presente ejercicio. Todas las actividades, tanto la natación, como la bicicleta y la carrera a pie fueron en estático, algo que no se recuerda nunca. Ricardo Abad pasará a la historia tras lograr el primer Ironman indor estático de la historia.

Bastante duro por las condiciones

El ultrafondista de Tafalla tuvo que enfrentarse a unos cuantos contratiempos. Los 3,8 kilómetros de natación los hizo en una piscina portátil, con los pies sujetos por gomas; el tramo de bicicleta (180 kilómetros) fue en una estática, y los 42 kilómetros de carrera sobre una cinta de correr de gimnasio. En total invirtió un tiempo de 11 horas y 50 minutos. Ricardo Abad lo definió como algo «histórico».

Tramo natación

La piscina en donde realizó los 3,8 kilómetros medía 4,16 metros por 2 metros. Asegura que el agua se encontraba bastante fría y que con el «braceo se generaba mucho oleaje». La baja temperatura hizo que lo pasara mal durante unos cuantos minutos, donde los músculos se resintieron. Acabó de nadar muy destemplado y con pinchazos en los gemelos después de realizar 1 horas y 6 minutos braceando.

Más sufrimiento en bicicleta

Reconoce que tampoco fue muy sencillo su paso por la bicicleta estática, sobre todo porque nunca había estado sobre una de esas características. Al parecer el asiento era de los grandes y le costó mucho encontrar la postura correcta para pedalear. Le quedaban por delante 180 kilómetros, pero también había como plan B una bicicleta en un rodillo por si había algún problema. Logro cubrir la distancia homologada en 6 horas y 8 minutos, acabando «con el culo, las ingles y las rodillas dormidas».

Maratón en cinta

Para completar con éxito el reto tuvo que afrontar un maratón a pie, que son 42,195 kilómetros. Y para ello utilizó una cinta de correr de las que encontramos en el gimnasio o en nuestras casas. Aunque tampoco resultó nada sencillo, admite que fue «la parte más agradecida», como recoge en su web. Contó en todo momento con la ayuda de amigos y conocidos que se acercaron hasta la feria para transmitirle ánimos. Al final consiguió detener el crono del maratón en cinta en 4 horas y 17 minutos. Teniendo en cuenta las características de la pruebas se puede decir que fue un tiempo bastante bueno las 11 horas y 50 minutos del total. Las tres pruebas contaron con la supervisión de los jueces de la Federación Navarra de Triatlón. Una vez que acabó de competir reconoció que «fue muy duro en todos los aspectos», además de «un gran ejercicio mental para seguir creciendo como persona y como deportista de retos». Al día siguiente, para soltar las piernas, Ricardo Abad tomó la salida en la Media Maratón de Pamplona, a una media de 4:09 km de media.