Las farmacias demandan actuar como centros de salud de baja complejidad

El sector farmacéutico ha defendido hoy que las oficinas de farmacia puedan convertirse en un futuro en centros de salud de atención primaria de «baja complejidad» y poder coordinarse con médicos y enfermeros y otros profesionales del sector, actuando como agentes de salud.

Así lo han planteado Ana Céspedes, miembro del comité científico asesor del Instituto ProPatiens; Luis de Palacio, presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE); Alejandro Anca, farmacéutico comunitario; y Rubén Palomo, director de Welnia, servicio digital para farmacias del Grupo Cofares, empresa líder en distribución de medicamentos.

Todos ellos han participado en los Diálogos EFE salud centrados en esta ocasión en «El valor del consejo farmacéutico en el nuevo contexto sociosanitario», un encuentro organizado por EFE, en colaboración con Welnia.

Un contexto sociosanitario, han remarcado, que se caracteriza por el progresivo envejecimiento de la ciudadanía y la dificultad en la movilidad, en un entorno en el que han destacado que la digitalización y las novedades tecnológicas desempeñan cada vez un papel más relevante a la hora de compartir información del paciente, hacer una labor divulgativa e, incluso, de atenderlos.

En este marco es en el que han defendido dar un mayor protagonismo a la labor del farmacéutico comunitario, para sacar el máximo provecho de su cercanía con el paciente y de la extensa red, una de las mayores de Europa, de 22.000 farmacias que existen en España.

Así, Ana Céspedes ha abogado porque el farmacéutico del futuro se convierta en un agente de salud que ayude al paciente en problemas menores y también que le ayude comprender las novedades terapéuticas, en coordinación con el médico, y además pueda tener acceso a parte de su historia clínica para realizar mejor esta labor.

La proximidad y comunicación con el usuario lleva a que el farmacéutico conozca bien sus hábitos de vida, si duerme bien o mal o lo que come o el ejercicio físico que realiza, «y tal vez sería interesante que estos datos se pudieran añadir en su historia clínica», ha añadido Céspedes.

También Luis de Palacio ha abogado por conferir una mayor integración del farmacéutico en el sistema de salud, y ha destacado como la farmacia aporta la máxima eficiencia posible en tres ámbitos, en seguridad, accesibilidad y en coste, «porque logísticamente sigue siendo imbatible».

El presidente de FEFE ha apuntado que en Francia, por ejemplo, ya hay regiones donde la colaboración de las farmacias es entendida como parte de la atención primaria, y lo que se busca es «poder asistir a la población resolviendo un primer problema o información, o redireccionar a los pacientes a un especialista, y parametrizar protocolos para ahorrar tiempo y problemas».

En este proyecto de futuro cobra «un doble sentido la prevención», ha alegado por su parte el farmacéutico comunitario Alejandro Anca, para quien la farmacia debería ser eje transversal de un trabajo multidisciplinar.

En su opinión, el paciente demanda que la farmacia «sea más actora, tenga más poder, pueda tratar más su problema», y los farmacéuticos tienen todas las herramientas para ello, así como el conocimiento «que está desaprovechado».

En relación a la importancia de la digitalización y el uso  de las nuevas tecnologías, Rubén Palomo ha considerado que suponen  la ventana perfecta para el papel que quiere jugar la farmacia en un futuro y abren una oportunidad de comunicación y nuevos modelos de acercamiento a los usuarios más jóvenes, que también buscan una atención personalizada.

Así ha explicado que Welnia se ha proyectado como la solución digital de Cofares para que las farmacias den el paso a la digitalización, sin perder de vista el carácter presencial y cercano que caracteriza  a todas las oficinas farmacéuticas.