Estos son los mitos más populares de la alimentación en las personas con diabetes
Buscar en Internet información fiable sobre cuál la mejor dieta para la diabetes no es tarea fácil y seguir ciertas recomendaciones puede interferir en el curso normal de la enfermedad
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Buscar en Internet información fiable sobre la mejor dieta para la diabetes puede dejarte bastante confundido, porque no todo lo que encuentras es verdad. Aunque no faltan consejos, suele ser complicado distinguir entre verdad y ficción. Healthline desmiente 9 mitos habituales sobre la dieta para la diabetes.
- Comer azúcar provoca diabetes
Según la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA), comer demasiada azúcar por sí solo no provoca diabetes, pero puede ser un factor que contribuya en algunos casos. La diabetes tipo 1 suele producirse cuando un desencadenante ambiental provoca una predisposición genética a la manifestación de la diabetes. La tipo 2 suele desencadenarse por diversos factores de riesgo, como la genética y determinadas opciones de estilo de vida.
Otros factores de riesgo que pueden provocar diabetes tipo 2 son:
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- Exceso de peso.
- Presión arterial alta.
- Sedentarismo
- Edad, especialmente mayor de 45 años.
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Las bebidas azucaradas, como los refrescos, tienen un alto contenido de calorías vacías y estudios recientes las han vinculado a un mayor riesgo de diabetes. Para ayudar a prevenir la diabetes, la ADA recomienda evitarlas siempre que sea posible.
- Los carbohidratos son el enemigo
Los carbohidratos no son el enemigo. Lo importante para quienes padecen diabetes no son los carbohidratos en sí, sino el tipo y la cantidad de carbohidratos que consumen.
No todos los carbohidratos son iguales. Los que tienen un índice glucémico (IG) bajo, una medida de la rapidez con la que los alimentos con carbohidratos pueden afectar los niveles de azúcar en sangre, son mejores opciones que los que tienen un IG alto. Algunos ejemplos de carbohidratos con un índice glucémico bajo son:
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- Avena laminada o cortada en trozos grandes.
- Pan integral.
- Frijoles y legumbres secas.
- Verduras con bajo contenido de almidón, como espinacas, brócoli y tomates.
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- Los alimentos ricos en almidón están prohibidos
Los alimentos ricos en almidón contienen carbohidratos. Además de algunos como el pan, la pasta y el arroz, los ricos en almidón también incluyen verduras ricas en almidón, como las patatas, el maíz, los frijoles y las lentejas. Si bien las verduras ricas en almidón contienen carbohidratos, también son ricas en otros nutrientes importantes y pueden incluirse en su plan de alimentación con moderación.
- Nunca volverás a comer postre
Disfrutar de una porción de tarta o una galleta de vez en cuando no es perjudicial para la mayoría de las personas, incluso para aquellas con diabetes. La clave es la moderación y el control de las porciones. De hecho, algunas investigaciones muestran que restringirse demasiado puede llevar a comer en exceso o en exceso.
- No puedes relajarte con el vino
El alcohol con moderación está bien si la enfermedad está controlada. También es una buena idea controlar tus niveles de azúcar en sangre durante 24 horas después de beber. El alcohol puede hacer que tu nivel de azúcar en sangre caiga por debajo de los niveles normales, interferir con tus medicamentos e impedir que tu hígado produzca glucosa (lo que hace en respuesta a una caída de azúcar en sangre).
- La fruta es mala
No hay frutas prohibidas en un plan de alimentación apto para diabéticos. De hecho, algunos estudios, como el recogido en ‘Korean Journal of Family Medicine’ muestran que comer más frutas enteras puede estar relacionado con una mejora de los niveles de insulina y un mejor control del azúcar en sangre.
Esto se debe a que muchas frutas enteras son ricas en nutrientes, incluida la fibra, que puede promover niveles saludables de azúcar en sangre. Lo ideal es optar por frutas con un menor contenido de azúcar, como las bayas, las manzanas y el pomelo.
- Mientras tomas medicación, puedes comer lo que quieras
Tomar medicación para la diabetes no es un permiso para comer lo que quieras, con la frecuencia que quieras. Seguirla, según lo prescrito es importante, pero también lo es continuar con una dieta rica en nutrientes. Es decir, rica en frutas y verduras, carnes magras y carbohidratos complejos no solo te ayuda a controlar la diabetes a largo plazo, sino que también puede ayudar a controlar otras enfermedades crónicas que podrían desarrollarse junto con la diabetes, como enfermedades cardiovasculares y presión arterial alta.
- Las grasas no importan
Según la Asociación Estadounidense del Corazón, tener diabetes tipo 2 aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Parte de este vínculo se debe al hecho de que muchas personas con diabetes también viven con sobrepeso y, a menudo, tienen presión arterial alta o niveles altos de colesterol.
Para reducir el riesgo de sufrir problemas cardíacos, evita las grasas trans cuando sea posible y limite las grasas saturadas en la dieta. Comer muchos alimentos ricos en grasas saturadas, como productos lácteos ricos en grasas y alimentos fritos, puede aumentar sus niveles de colesterol no saludables y aumentar su riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales.
- Los edulcorantes artificiales son seguros y saludables
El hecho de que un producto esté etiquetado como ‘sin azúcar’ no significa que sea mejor. Puede que aún contenga muchos carbohidratos simples, grasas o calorías.
Según documentan algunos estudios preliminares en animales, como el recogido en ‘Froteries’, ciertos edulcorantes artificiales también pueden afectar la sensibilidad a la insulina, lo que dificulta que su cuerpo mantenga niveles saludables de azúcar en sangre. Sin embargo, se necesita más investigación antes de poder sacar conclusiones firmes.