El «COVID de las vacas»: el nuevo virus que afecta a los rumiantes ¿y a los humanos?

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La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica se está propagando por toda la geografía española.

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Desde finales de 2022 existe una nueva amenaza para el sector ganadero español, pero ésta no proviene ni de la normativa ni de una bajada en el consumo. Se trata de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), un nuevo virus que afecta al ganado y que se está cebando con el campo español. 

Actualmente, se han detectado casos en prácticamente todas las comunidades autónomas, por lo que los gobiernos se están encontrando con una gran dificultad para hacer frente a esta afección. 

Las doctoras Raquel Patrón y Bárbara Martín-Maldonado, veterinarias expertas de la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud y de Veterinaria de la Universidad Europea, explican a OKSALUD qué es el ‘COVID de las vacas, que es como se está denominando a la EHE’ y qué implicaciones tiene para la salud

La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), explican las expertas, es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHDV), perteneciente al género Orbivirus, dentro de la familia Reoviridae, similar al virus de la lengua azul (BTV) y al virus de la peste equina africana (AHSV). Hasta el momento se han descrito siete serotipos diferentes.  

 El EHDV se describió por primera vez en ciervos de cola blanca, en Nueva Jersey (EEUU), en 1955, aunque la enfermedad ya se había observado en cérvidos silvestres desde principios del siglo XIX. Durante la segunda mitad del siglo XX se han sucedido numerosos brotes de EHE en Norteamérica, Suramérica, Asia, África y Oceanía. Sin embargo, Europa se ha mantenido libre hasta finales de 2022, cuando el serotipo 8 saltó al sur de Italia y España, probablemente -sugieren Patrón y Martín-Maldonado- debido a la dispersión del mosquito portador del virus en las masas de aire procedentes del norte de África. Además, las rutas comerciales y otros factores antropogénicos podrían haber favorecido también la llegada del virus a Europa. Una vez en el continente, su transmisión ha sido muy rápida a través de varias especies de Culicoides.  

Su transmisión se produce principalmente a través de la picadura de insectos del género Culicoides, que son pequeños mosquitos picadores. Al ser transmitido por vectores, su presencia está inherentemente limitada a la distribución de los mismos, y por tanto las infecciones suelen darse en regiones templadas y tropicales y suelen tener un carácter estacional, generalmente desde mediados del verano hasta finales del otoño. Sin embargo, con el aumento global de las temperaturas debido al cambio climático, el mosquito puede dispersarse hacia regiones tradicionalmente más frías, introduciendo el patógeno en nuevas áreas. Por otro lado, en estudios experimentales se ha observado que puede transmitirse de forma oral y por contacto directo, aunque en proporciones muy reducidas.  

 ¿A qué animales afecta? 

Las expertas sostienen que afecta a rumiantes en general, tanto domésticos como silvestres. «Los ciervos de cola blanca han demostrado ser especialmente susceptibles a la enfermedad, al igual que el ganado vacuno. Sin embargo, también se ha detectado en otras especies con menor susceptibilidad, en las que la enfermedad suele cursar de forma subclínica o incluso asintomática. Entre los hospedadores domésticos en los que el virus se ha aislado están las ovejas, cabras, cerdos, yaks y alpacas, mientras que entre los hospedadores silvestres la lista es mucho más extensa, incluyendo diferentes especies de cérvidos, muflones, cabras, antílopes, gacelas, bisontes y mazamas de todos los continentes», detallan.

En cualquier caso, las especialistas aseveran que la susceptibilidad a la enfermedad clínica asociada con estas infecciones virales varía mucho entre las especies hospedadoras, los individuos y el serotipo viral.  

No hay sacrificio de animales

Pese a que es una enfermedad de declaración obligatoria, no es necesario el sacrificio de los animales diagnosticados, recalcan las expertas en Medicina Veterinaria. Los animales más gravemente afectados suelen morir, pero, por motivos de bienestar animal, en aquellos rumiantes domésticos que no presenten ninguna mejoría se recomienda el sacrificio humanitario. 

En el caso de las especies silvestres, se recomienda abatir a los individuos enfermos con sintomatología grave, según las recomendaciones de la Fundación Artemisan, y siempre que se disponga de las autorizaciones pertinentes para ello. 

Finalmente, en el caso de decidir tratar al animal, dicho tratamiento es sintomático, es decir, que intenta reducir la gravedad de los síntomas, convienen las doctoras Raquel Patrón y Bárbara Martín-Maldonado. 

No hay vacuna

En la actualidad no existen vacunas autorizadas en la Unión Europea frente a la EHE, ya que no había una necesidad real de ellas. Sin embargo, teniendo en cuenta la amplia expansión de los serotipos 6 y 8 en el norte de África y la reciente llegada del serotipo 8 a Europa, el desarrollo y comercialización de vacunas eficaces es necesaria. 

Mientras tanto, la lucha se centra en el control de los vectores del virus, mediante el empleo de insecticidas y repelentes en animales, medios de transporte e instalaciones, así como el uso de insecticidas y larvicidas para el control de las posibles zonas de cría.  

En otras regiones geográficas, donde tienen más experiencia con esta enfermedad, sí se han desarrollado diversas vacunas. En Japón se comercializan dos vacunas contra el serotipo 2 del EHDV: una vacuna monovalente viva atenuada, altamente inmunógena y relativamente segura, y una vacuna bivalente inactivada. Por su parte, en Estados Unidos, donde los serotipos 1 y 6 son endémicos y provocan brotes recurrentes, se comercializan varias vacunas inactivadas. 

¿Puede afectar a los humanos?

 «Hasta la fecha no hay evidencia de que el virus provoque enfermedad en humano y no se trata de una zoonosis, es decir, no hay transmisión directa a humanos por parte de los animales», aseveran las doctoras. 

Concretamente, en la carne que se consume no tienen ningún efecto. «La carne y productos cárnicos, al igual que la leche y los productos lácteos o los cueros, pieles, cornamentas, pezuñas, la lana y otras fibras no suponen un riesgo y son considerados por la Organización Mundial de Sanidad Animal productos animales seguros», concretan.. 

 ¿Cómo se detectó el brote? 

El 10 de noviembre del 2022 se notificó la primera detección del virus en Europa (Cerdeña). El 18 de noviembre de 2022 se detectaron los primeros casos en España, en ganado bovino en las provincias de Cádiz (Campo de Gibraltar) y Sevilla (El Pedroso). 

El primer caso de esta enfermedad en cérvidos, en España, se confirmó el 23 de junio de 2023 en Sevilla, en el municipio de El Pedroso. A partir de ahí se han ido sucediendo las notificaciones de los focos en Andalucía y Extremadura hasta llegar al norte del país a principios de este mes. 

Según los datos presentados en la actualización sobre la enfermedad el 11 de septiembre de 2023 por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, todo el territorio peninsular estaría afectado salvo la Comunidad Autónoma de Galicia y las provincias de Barcelona, Gerona y Tarragona en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Las islas, tanto Baleares como Canarias también se mantienen libres

 Actualmente, relatan las expertas, se está limitando el movimiento de animales en las zonas «contaminadas» para evitar la transmisión, al igual que se han implementado medidas estrictas en cuanto a la desinfección del transporte de animales.  Sin embargo, dado que la bajada de temperatura ambiental disminuye la cantidad de mosquitos activos, durante los próximos meses, la enfermedad también se reducirá, esperando así que no se propague a otras zonas de Europa. 

«Con vistas al próximo periodo de actividad del mosquito, la Administración debería mantener estas recomendaciones, monitorizando la presencia del mosquito, el avance de la enfermedad a nivel silvestre y establecer, en cuanto haya una vacuna eficaz disponible, la vacunación de los rebaños en caso de ser necesario», concluyen. 

 

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