Qué comer en función del horario de entrenamientos
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Una vez que se consigue encajar el ejercicio dentro de nuestra rutina, lo más probable es que siempre se practique a la misma hora. Uno de los aspectos que nunca debemos pasar por alto en este sentido es la alimentación, por eso es necesario que sepas qué comer en función del horario de entrenamientos. No olvidemos que resultará esencial para conseguir los objetivos y mejorar nuestro rendimiento.
Después del desayuno
Hay mucha gente que dispone de un buen horario y aprovecha después de desayunar para realizar deporte. Será una magnífica opción para comenzar la jornada con buen pie.
Tanto si te decantas por una actividad cardiovascular como por una aneróbica, lo más normal es que hagas un desayuno ligero, que puede estar compuesto por zumo o frutas, un puñado de cereales o una tostada con miel, que serían las encargadas de proporcionarnos la fuerza necesaria para arrancar la jornada. Hay que concederle también a la hidratación su debida importancia. A poder ser beberemos medio litro de agua treinta minutos antes de comenzar con el entrenamiento.
Antes de la comida
El descanso que se hace a mediodía en el trabajo para realizar la comida también es aprovechada por muchos deportistas para la práctica del ejercicio. Antes de comenzar con la actividad física se aconseja consumir un pequeño tentempié con frutas.
En el caso de que se haga una actividad cardio, a la conclusión de la misma repondremos fuerzas a base de hidratos de carbono y una ración de proteínas. Cuando hagamos un ejercicio menos intenso como puede ser el yoga o pilates, el gasto de glucógeno muscular es inferior, por lo que no se requerirán tantos carbohidratos. En esta situación encajaría mucho mejor una comida a base de proteína, vegetales y un trozo de pan que no fuese superior a los 40 gramos.
A última hora de la tarde
La tercera franja horaria más común para la práctica de ejercicio físico es a última hora de la tarde o primera de la noche, cuando mucha gente sale de su puesto de trabajo. Antes de comenzar con el ejercicio físico se recomienda comer algo ligero, mientras que para la cena tomaremos una ensalada, verduras de fácil digestión o algo de proteínas, como puede ser un pescado blanco o pollo. Para el postre lo mejor es una pieza de fruta de bajo índice glucémico como la mandarina, pera o manzana.
Si tienes previsto salir a correr, la cena más aconsejable sería la compuesta por proteínas y vegetales crudos, así como un pequeño aporte de hidratos de carbono. Una buena opción sería cenar una ensalada de pollo o bonito con una tostada de pan integral, o un bocadillo integral con queso fresco y pavo.
En la última comida del día no hace falta que nos excedamos. Siempre será mejor acostarse con el estómago un poco hambriento para que no nos cueste tanto conciliar el sueño. Además, todas las calorías que se consumen por la noche no se pueden quemar, así que se acumularán en forma de grasa.