Divulgadora científica

Beatriz Robles: «No se puede garantizar la seguridad del dióxido de titanio»

"Estaba autorizado para numerosos alimentos: algunos lácteos, como leches fermentadas y natas aromatizadas, requesón y queso fundido, helados, preparados de frutas, productos de confitería, pastelería y bollería, chicles, cereales de desayuno, surimi, caldos y sopas, salsas"

Prohibido el dióxido de titanio para su uso alimentario

Dióxido de titanio
Dióxido de titanio

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El E-171, dióxido de titanio, ha sido finalmente prohibido por la Unión Europea el pasado 7 de febrero. Este colorante era usado muy frecuentemente para conseguir color blanco en dulces, chucherías, gominolas, bebidas, salsas. El aditivo, considerado como peligroso para la salud puesto que podría ser originario de problemas cancerígenos, ya había sido retirado en Francia en enero de 2020 y en Estados Unidos.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidió expresamente el año pasado su prohibición total en España después de la reevaluación del dióxido de titanio (E-171) como aditivo «no seguro» por parte de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). La organización española, junto con otras de consumidores europeas, llevaba años solicitando su eliminación de la lista de aditivos autorizados, mientras que diversas instituciones alimenticias lo habían catalogado como «no seguro».

¿Hasta cuándo seguiremos consumiéndolo?

Hasta el 7 de agosto de este 2022. Hasta entonces, y desde el 7 de febrero, todo producto que se elabore con ello podrá ser vendido como plazo de excepción para que las compañías se habitúen a la nueva normativa. A partir de esa fecha se impondrán sanciones a aquellas que lo utilicen.

Además, deberá seguir siendo incluido en el etiquetado de los productos, tal y como rige la normativa europea, con el claro fin de advertir a sus consumidores. Un dióxido de titanio que desaparece de los miles de productos a los que daba color blanco, que ahora tendrán que encontrar nuevos aditivos para adquirir este tono… en este caso tan perjudicial para la salud.

OKSalud entrevista entrevista a la divulgadora científica, experta en alimentación, Beatriz Robles, quien ha publicado «Come seguro comiendo de todo» (Editorial Planeta), para saber más acerca de este aditivo:

PREGUNTA.- Beatriz, ¿cuándo se produce riesgo para la salud por consumo del dióxido de titanio

RESPUESTA.- No podemos hablar de que consumirlo vaya a suponer un riesgo para la salud ni podemos cuantificar cantidades que incrementen el riesgo. Lo que se ha determinado es que no puede garantizarse su seguridad.

P.- ¿El E-171 procede del mineral de la ilmenita?

R.- El dióxido de titanio aparece en la naturaleza en forma de minerales y también puede sintetizarse. La ilmenita es un mineral rico en titanio y hierro que puede usarse para obtener dióxido de titanio puro. No obstante, el dióxido de titano se sintetiza en laboratorio.

P.- La genotoxicidad o capacidad de una sustancia química de dañar el ADN se da con este componente. ¿Cómo se produce el daño o cómo «ataca»?

R.- Este aditivo se absorbe en pequeñas cantidades, pero puede acumularse en el organismo ya que tiene una vida media larga. La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) no ha podido descartar la posibilidad de que esas partículas puedan provocar daños en el ADN. El mecanismo propuesto para ese daño es que esas partículas podrían producir una inflamación que, a su vez, provoque reacciones de oxidación y posibles daños en el material genético. Por ello, no se puede establecer un nivel de ingesta que descarte totalmente el riesgo de genotoxicidad, lo que ha llevado a retirarlo del mercado.

P.- ¿Cuáles son los riesgos reales o efectos secundarios de su consumo?

R.- El riesgo es muy pequeño porque la exposición que los consumidores podemos tener a él a través de la dieta por haber consumido productos que lo llevasen como aditivo es baja. A nivel individual no debemos preocuparnos por ello.

P.- ¿Qué productos contienen este colorante o aditivo?

R.- Estaba autorizado para numerosos alimentos: algunos lácteos como leches fermentadas y natas aromatizadas, requesón y queso fundido, helados, preparados de frutas,productos de confitería, pastelería y bollería, chicles, cereales de desayuno, surimi, caldos y sopas, salsas… La prohibición elimina la posibilidad de usarlo para todos los alimentos.

P.- ¿Cómo podemos saber fácilmente qué alimentos los contienen?

R.- Los aditivos den identificarse en el etiquetado dentro de la lista de ingredientes con la mención a su función tecnológica seguida de, bien el número E o bien el nombre del aditivo. Es decir, lo podemos identificar si vamos a la lista de ingredientes y encontramos la mención: «Colorante (E171)» o «Colorante (dióxido de titanio)».

P.- ¿Cómo se van a blanquear ahora las chuches y otros alimentos o qué va a pasar sin este aditivo?

R.- No va a pasar nada. La industria utilizará otros aditivos dentro de la categoría de colorantes que tengan capacidad de aportar color blanco. Nada más.

P.- La buena noticia es…

R.- Que los mecanismos de control que velan por la seguridad alimentaria en la UE funcionan y son muy garantistas.

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