5 tips para ponerse un supositorio
Aunque cada vez se usan menos, los supositorios han sido un eficaz medicamento para enfermedades. ¿Cómo ponerse un supositorio?
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La colocación de un supositorio no tiene por qué ser dolorosa. Colocados de forma correcta y con la lubricación adecuada no debe pasar de simplemente ser un poco incómodo o molesto. En cualquier caso, siempre es recomendable consultar con el médico antes de colocarlo y por supuesto, no abusar de su uso. A continuación, vemos algunos consejos o tips muy sencillos para ponerse un supositorio sin mayor problema y molestia.
Consejos para ponerse un supositorio
Consultar con el médico
El primer paso imprescindible antes de colocarse un supositorio es consultar con el médico. Algunas personas tienden a auto-medicarse y no en todos los casos está recomendado. Por ello, es fundamental preguntarle primero y de acuerdo al problema el especialista indicará si es necesario su uso o no.
Mínima manipulación
Sacar el supositorio del envase sólo al momento en que se vaya a utilizar y no manipularlo en exceso, sino lo mínimo imprescindible. Por supuesto, antes de sacar el supositorio, lavarse y secarse muy bien las manos.
Lubricación
La lubricación es clave para que el supositorio no genere dolor. Para ello se puede utilizar vaselina. Otra opción económica y natural es el aceite de oliva. Es muy importante lubricar la parte plana del supositorio que es la primera que se va a introducir.
¿Por qué lado?
Al contrario de lo que muchas personas puedan pensar, la primera parte que debe introducirse del supositorio es la plana y nunca la puntiaguda. Por ello es que es justamente esa parte la que debe ser lubricada para evitar incomodidades.
Una posición cómoda
La parte plana del supositorio debe ser introducida por el ano. Para ello la persona debe encontrar una posición que le resulte cómoda, especialmente si lo va a hacer ella misma. Si, por el contrario, alguien le va a prestar ayuda, lo ideal es tumbarse cómodamente sobre la cama. Después de introducido el supositorio, apretar el ano y las nalgas para evitar que éste se salga.
En el caso de tratarse de un niño, lo recomendable es apretar las piernas y nalgas del pequeño durante varios segundos, hasta asegurarse de que el supositorio no va a ser expulsado. Una vez más se hace énfasis en la importancia de la lubricación, pero muy especialmente si se trata de un niño para evitar irritarlo o causarle alguna fisura.
Ponerse un supositorio no tiene por qué suponer una tarea que genere dolor. Con un poco de paciencia y siguiendo las instrucciones paso a paso, siempre con lubricación, no debe pasar de ser un momento que con mucho genere un poco de incomodidad. Además de ello, es muy importante que siempre consultes a tu médico antes de colocarte un supositorio o de tomar cualquier otro tipo de medicación.
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