Salsa de pimiento verde

La salsa de pimientos verde es un acierto que acompañará todo tipo de carnes y básicos imprescindibles, como unas maravillosas patatas cocinadas con cualquier técnica. Esta salsa a base de pimiento verde y otras verduras se puede congelar para disfrutar siempre que queramos de los grandes beneficios de este tipo de recetas. Alzar cualquier plato hasta convertirlo en algo simple, pero elegante, es posible preparando esta salsa que se mezcla con un sabor básico y lo transporta a una gama de matices mucho más elaborado. Si eres de los que mojan pan, toma nota de esta salsa de pimiento verde, te ofrecerá un final delicioso para casi cualquier plato.

Receta de salsa de pimiento verde

Ingredientes:

Cómo preparar salsa de pimiento verde

1. Empezamos esta deliciosa salsa preparando las verduras. Para esta receta los pimientos verdes picantes son ideales, le darán un toque extra inesperado y es temporada. Podemos tenerlo a nuestra disposición todo el año con recetas como esta.
2. Troceamos y pelamos la cebolla, la encargada de darle cierta suavidad a los pimientos. En una sartén con un poco de aceite empezamos a pocharla a fuego lento.
3. Seguimos con los pimientos, los trocearemos para que sean los protagonistas de esta maravillosa salsa. Cuando la cebolla empiece a estar tierna los añadimos a la sartén.
4. Los champiñones lavados y troceados llegarán a la sartén cuando el resto de los ingredientes empiecen a estar preparados. Rectificamos de sal y pimienta, ponemos una hoja de laurel. Dejaremos que se vayan pochando estos ingredientes hasta que los champiñones se hayan quedado sin líquido.
5. En ese momento añadiremos los tomates. Serán los encargados de acabar con ese punto picante que pueden tener los pimientos. Para que se integren mejor a la salsa los pelaremos y rallaremos.
6. Dejaremos que se cree la salsa en unos 20 minutos a fuego lento. Cuando no quede nada de agua en la sartén tendremos una salsa de lo más especial.
7. Retiraremos la hoja de laurel y pasaremos la salsa de pimiento verde por la batidora. Para que quede más fina, la colaremos hasta conseguir que no quede ninguna semilla de los tomates. Esta salsa es ideal para carnes y patatas, pero también puede convertirse en un fondo para pizzas de excepción.
8. Solo nos quedará buscarle acompañante y dejar que sea la protagonista indiscutible de cualquier plato. Podemos prepararla en cantidades y congelarla para cualquier imprevisto o necesidad, estará como el primer día.