Receta de Mousse de café irlandés
Si te gusta el sabor a café y quieres probar algo realmente diferente, toma nota de esta mousse de café irlandés. Te va a sorprender.
La preparación de una mousse de café irlandés es relativamente fácil, ideal para disfrutar en casa. Se trata de preparar un delicioso café irlandés, del que los irlandeses se sienten tan orgullosos. Lo que más llama la atención es que la historia apenas remonta a los años 40 del siglo XX, no va más allá, y todo gracias al mal tiempo y a la inventiva de un chef en un pequeño aeropuerto al noroeste de Irlanda.
En 1942 existían aún los viajes en hidroavión y se tomaban en el Puerto de Foynes. Los viajeros debían trasladarse en barcas hasta la nave. Una noche invernal especialmente fría y borrascosa, los viajeros tuvieron que regresar al aeropuerto, empapados y ateridos, pero el joven chef, pensando en cómo calentar a aquellos pasajeros, preparó un café cargado, le agregó azúcar moscabada y un chorrito de buen whisky irlandés y coronó aquello con crema.
Los pasajeros estuvieron encantados, y uno exclamó: “¡Esto es whisky brasileño!”, a lo que Joe Sheridan, que así se llamaba el chef, respondió: “No, es café irlandés”. Gustó tanto que en el restaurante de aquel aeropuerto tuvieron que incluirlo en el menú. El resto de la historia es que a Sheridan lo contrataron en San Francisco para que diera la receta de aquel maravilloso café, y así se dio a conocer mundialmente. La mousse que presentamos es un postre basado en él.
Ingredientes:
Cómo preparar una mousse de café irlandés:
- Poner al fuego la nata, el café y el azúcar y mezclar bien.
- Batir las yemas y el whisky y agregar a la cazuela, removiendo constantemente, sin dejar que cueza.
- Al calentarse esta mezcla, retirar del fuego, verterla en copas o vasos altos, dejar enfriar e introducir a la nevera de un día para el otro.
- A la hora de servir, decorar con nata montada y con hilos de sirope de chocolate o cacao en polvo.
Esta mousse de café irlandés no es apto para los niños, por el whisky y el café. Pero queda deliciosa como colofón de una buena comida y el gusto a licor resulta muy delicado. Apropiada para un menú de fiesta.
También se puede optar por una tarta mousse de café irlandés, si lo quieres así, compra un bizcocho de chocolate y vierte la mezcla encima, lo refrigeras y luego lo adornas con crema chantilly y cacao en polvo. Es un poco más elaborado, pero también será un exquisito postre.
