Milanesa de merluza

La milanesa de merluza casera es una excelente manera de comer pescado de una forma un poco distinta. Vestir de gala al rey de los pescados blancos, la merluza, es una forma de conseguir tenerlo siempre listo y preparado para triunfar. La milanesa es una forma de rebozar los alimentos que nos permite disfrutarlos con un sabor extra. Ese punto crujiente del pan rallado combina a la perfección con la suavidad de uno de los pescados más nutritivos que existe. Comer pescado cobra un nuevo significado si le sabemos dar el toque adecuado y la mezcla de ingredientes para conseguirlo. Hacer una milanesa no es nada complicado y nos ofrece la posibilidad de cambiar un poco el destino de una merluza congelada. Si quieres coronar un plato con una milanesa de merluza que es realmente increíble, toma nota de cómo prepararla.

Ingredientes:

Cómo preparar una milanesa de merluza:

1. El ingrediente estrella de esta milanesa es la merluza. La podemos comprar congelada o fresca, en cualquier caso, debe quedar limpia y sin espinas. Lo mejor para este tipo de recetas es cortar los lomos de forma uniforme, podemos hacer palitos o bolitas, para que se hagan todas a la vez.
2. Cortaremos y salpimientaremos la merluza para tenerla lista. El siguiente paso será preparar el rebozado que la cubrirá de gloria. Para darle un punto más de sabor le puedes añadir zumo de un limón, este toque cítrico y fresco ayudará a potenciar el pescado, además, de aligerar un poco el rebozado.
3. En un bol colocamos un huevo batido, mientras que en un plato disponemos el pan rallado, puedes poner un poco de perejil en el pan rallado para que tenga algo de color.
4. Pasaremos los trozos de merluza por el huevo y después en el pan rallado. Para tenerlos preparados antes de freír.
5. En una sartén pondremos abundante aceite de oliva y esperaremos a que esté bien caliente. La clave de un buen rebozado es que esté a la temperatura adecuada, de lo contrario, se puede deshacer y quedaría mal.
6. Iremos poniendo los trozos de merluza poco a poco, para evitar que el aceite pierda temperatura. Deberán quedar dorados y crujientes de los dos lados. Cuando estén en su punto los iremos retirando del fuego y colocando sobre papel absorbente para que pierdan ese exceso de aceite que puedan tener. Solo nos quedará servir esta milanesa de merluza y disfrutarla.