Mermelada de membrillo

La mermelada de membrillo, es una receta típica de España, teniendo su zona de producción más fuerte en Puente Genil, y en Portugal. Además, suele prepararse mucho en países Latinoamericanos, como Uruguay, Chile, México y Puertorrico. Es a finales del verano, principios de otoño, cuando se suele elaborar esta receta.

Este dulce inició su fama durante el siglo XII, cuando se volvió recurrente en la cocina sefardí. La mermelada de membrillo suele usarse para cubrir los bizcochos o rellenarlos, rellenar galletas, o acompañar platos de queso.

Propiedades del membrillo

Esta fruta de otoño contiene muy buenos nutrientes, por ejemplo pectinas, que ayudan a disminuir el colesterol en la sangre. Además contiene taninos, que otorgan un efecto astringente, evitando el estreñimiento o la diarrea. Con ello regula el aparato digestivo.

También se conoce su utilización en las dietas balanceadas y adelgazantes, debido a que el azúcar que contiene es fácil de asimilar por el organismo. También hay que saber que, por esta misma cualidad, por su aporte de azúcar, se debe consumir de forma moderada.

Sin embargo, los múltiples beneficios contrarrestan el exceso de azúcar que pueda agregarle el comensal. Además, ofrece la energía necesaria para mantenerse vital durante el día. Otros nutrientes que posee esta fruta, son: vitamina A, C y complejo B, fibra y sustancias gelatinosas.

Receta de la Mermelada de membrillo

Ingredientes:

Cómo preparar la mermelada de membrillo:

1. Extraer el zumo del limón en un vaso. Cuidar que no caigan las semillas al exprimirlo. Reservar.
2. Picar en trozos los membrillos.
3. Colocar en una olla los membrillos, el agua y el zumo del limón. Poner a fuego medio, hasta el punto de ebullición. Una vez hirviendo, bajar el fuego. Dejar cocer durante una hora.
4. Añadir el azúcar, y subir el fuego a medio. Dejar hasta que se derrita la azúcar, con cuidado de que no hierva la mezcla.
5. Una vez se haya derretido, añadir el clavo. Dejar por 50 a 60 minutos y remover de vez en cuando. La mezcla debe espesar y adquirir un color salmón.
6. Retirar del fuego y revisar la textura. Si la mermelada tiene trozos, se puede meter en la batidora por unos minutos, para deshacer los grumos. Esto dependerá del gusto de los comensales.
7. Verter la mermelada en tarros de cristal previamente estilizados, lo que se hace, colocando el tarro en una olla con agua hirviendo durante 20 minutos.
8. Cerrar los tarros y colocar boca abajo, hasta que se enfríe.