De VAR a ver

De VAR a ver
opinion-alejandro-vidal-interior (1)

El VAR genera polémica porque en cabina se sitúan los mismos árbitros que en el terreno de juego. Craso error que se podría evitar con un cuerpo específico al efecto que el Comité Técnico de Arbitros se niega a crear porque volarían 20.000 euros por jornada, en Primera, que suman a sus 12.000 mensuales más 4.000 por designación en el campo, que perciben sus integrantes, algunos de los cuales se chupan dos o más servicios de VOR en un fin de semana.

De este modo los revisores no se limitan a trazar líneas, delimitar si un balón ha traspasado o no la línea gol o el portero se ha adelantado en el lanzamiento de un penalti. Pretenden interpretar las jugadas, función exclusiva del árbitro en el campo que denota su falta de personalidad al aceptar por costumbre el criterio de su colega ante la pantalla. Cuando alguno de ellos va a ver lo sucedido, ya se da por descontado que aplicará al dictado la sugerencia que recibe. Otra grave equivocación.

Pero esto no tiene arreglo, ni lo de los «penaltitos» tampoco por mucho que Medina Cantalejo, el presidente de la cosa, se tire faroles de cara a la galería. De ahí que sea mejor atender a los datos que, por desgracia, no son especialmente buenos. Siete puntos son pocos y catorce goles en contra en ocho jornadas son demasiados dado el sistema defensivo que le gusta a Javier Aguirre, el entrenador del Mallorca. De nada sirve lamentar las desafortunadas lesiones de Raillo y Maffeo salvo como atenuantes de una fragilidad inesperada. Hasta el Madrid ha lamentado bajas como las de Courtois y Vinicius, pero va en cabeza. Comparación odiosa, lo sé, aunque no por ello menos ilustrativa.

La realidad, perdidos inmerecidamente dos puntos en Vallecas, es que adquieren trascendencia los tres que se disputarán el sábado ante un Valencia respetable. Llegar a la novena jornada con menos de 10 puntos obligaría a mirar atrás en lugar de hacerlo hacia arriba, un plan con el que no contaba la propiedad después de una inversión pensada para no sufrir y que obligó a comprar un apaño, Nastasic, en lugar de una solución.

Lo último en Opinión

Últimas noticias