La solidaria y sensible Carmena

La solidaria y sensible Carmena

En esta vida no hay nada mejor que tener un grupo de corifeos cantando tus bondades… aunque sean falsas. «Manuela Carmena, la abuela de Madrid», dicen los mariachis informativos de la alcaldesa. «¡La solidaria y sensible Carmena!», replican aún más fuerte el resto de periodistas de cámara. No obstante, la realidad se escribe con hechos, no con palabras. La gestión de la alcaldesa, su falta de sensibilidad en numerosos asuntos —las condiciones infrahumanas del Centro Abierto para personas sin hogar La Rosa es un ejemplo— convierten esas opiniones en fútil sonido de viento. El último caso de la ineficacia gestora del Consistorio de Madrid lo encontramos con el Club Deportivo Ilunion. Un equipo de baloncesto en silla de ruedas cuyos responsables se confiesan «muy cansados» del trato que les dispensan desde el Ayuntamiento de la capital de España.

Es el único club de su liga nacional que no dispone de un polideportivo municipal donde jugar y entrenar. Algo que, si la alcaldesa no se ha mudado definitivamente a otro planeta, debería saber que resulta fundamental para el correcto desempeño de cualquier disciplina deportiva. Este conjunto es un auténtico ejemplo de superación personal y deportiva, como todos los que comparecen en su campeonato. No obstante, no recibe apoyo alguno por parte del Ayuntamiento. Algo incomprensible en un equipo de gobierno local que se ha jactado hasta el cansancio de su sensibilidad social. Sin embargo, se ve que cuando la teoría topa con la realidad, la solidaridad sale por la ventana.

La pancarta de Refugees Welcome queda muy bien colgada de la fachada del Ayuntamiento, pero define a todo un equipo gestor cuando queda reducida a mero postureo. La solidaridad debe ser algo más que una etiqueta en las redes sociales o un lema publicitario para ganar votantes. La solidaridad se practica o se convierte en un perverso recurso de propaganda. No puedes presumir de nada cuando permites que un colectivo como el Club Deportivo Ilunion tenga que pagar 20.000 euros cada temporada por jugar y entrenar en las pistas de un colegio concertado. No sólo está en riesgo la viabilidad del equipo, que también, sino todo un ejemplo para la sociedad. Esperemos que Carmena y sus concejales hablen con acciones y rectifiquen. De lo contrario, perderán por completo la escasa credibilidad que les queda.

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