Podemos quiere venezolanizar España
El Festival Starlite de Marbella se ha convertido por derecho propio en uno de los referentes musicales de cada verano en nuestro país. Un evento que genera cada año 800 empleos y que proporciona a la ciudad andaluza unos ingresos de 80 millones de euros, amén de una visibilidad privilegiada en los medios de comunicación internacionales. A lo largo de su historia, han actuado figuras de primer orden como Elton John, Alejandro Sanz, Bryan Adams o Paco de Lucía. Un encuentro apadrinado por personalidades como Antonio Bandera y que pone a Marbella en el mapa. Quizá porque genera riqueza, quizá porque es un negocio próspero, legal y de éxito… quizá porque no es sectario, quizá porque concita a miles de visitantes, quizá por todo ello y mucho más, Podemos se ha propuesto acabar con él y no ha parado hasta cerrar una de las galas a costa, incluso, de interrumpir en pleno directo la actuación de los Gipsy Kings.
Gracias al empleo que genera este tipo de festivales y a la riqueza que potencia en las zonas donde se ubican, muchas personas ganan lo suficiente como para mantenerse el resto del año. Los podemitas, más pendientes siempre de su sectarismo que del bien general, han aparecido en el evento como si fueran chavistas en Caracas y no han parado hasta clausurar una de las noches con la excusa de un permiso de horarios no autorizado por el Ayuntamiento. El alcalde socialista José Bernal se ha dejado presionar por los morados que, durante todo el verano, han insistido en echar abajo un evento que atrae a más de 200.000 personas hasta Marbella y no recibe ni un euro de subvenciones públicas.
Unas presiones incomprensibles que hacen que los organizadores se planteen cambiar de sede para las próximas ediciones además de, como es lógico, reclamar daños y perjuicios al primer edil marbellí ya que, bajo la coacción de Podemos, el Ayuntamiento tramita día a día la autorización de horarios para cada sesión con el consiguiente perjuicio para todo el dispositivo de organización. Lamentablemente, no es la primera vez que sucede algo así en la provincia de Málaga. La inquina de Podemos hacia la prosperidad ya arruinó una iniciativa del propio Banderas, quien pretendía poner en pie un gran proyecto cultural y teatral. He aquí, una vez más, el sello de Podemos, partidarios de venezolanizar España.