Podemos: de demonizar el sistema a chupar del sistema

Podemos: de demonizar el sistema a chupar del sistema

¿Se acuerdan de aquellas medidas de Podemos largamente aireadas y plasmadas en su programa de Gobierno para el 10-N?: «Acabaremos con los privilegios de los cargos electos (diputadas, diputados, senadoras y senadores), tanto de los que gozan durante el ejercicio de sus funciones como de los que les son atribuidos una vez que han concluido sus respectivos mandatos…. «Rebajaremos las retribuciones de los miembros de las Cortes, de manera que en ningún caso sea superior a la de los cuerpos de los funcionarios del Estado»…»Estableceremos mecanismos de control de las dietas y los desplazamientos y eliminaremos las indemnizaciones por cese, de modo que sus derechos sean como los del resto de las personas trabajadoras». Así lo recogía el partido de Pablo Iglesias en la propuesta con la que concurrió a las elecciones del 10-N.

Pues bien, en el programa de Gobierno pactado entre el PSOE y Podemos las medidas de la formación de ultraizquierda no aparecen por ningún lado. Se han esfumado a medida que han logrado su objetivo de entrar en el Ejecutivo de España. Hay una mención, eso sí, a «limitar» los aforamientos, pero mucho más light que su propuesta inicial de «suprimir» esa protección judicial. Y eso que en noviembre del año pasado, el Gobierno socialista llegó a aprobar en Consejo de Ministros una propuesta de reforma constitucional para limitar los aforamientos de los miembros del Ejecutivo, diputados y senadores al ejercicio del cargo que Podemos consideró  descafeinada, ya que dejaba fuera acabar con la condición de aforado del Rey emérito. Nada de esto se incluye ahora en el programa de Gobierno.

Lo que significa que la formación  que llegó dispuesta a acabar con los privilegios de la «casta» política, se ha convertido en casta a todos los efectos. Ha sido oler el poder y todas las medidas de austeridad e igualdad que preconizaban han pasado a formar parte de la historia. Quién les ha visto y quién les ve ahora, disfrutando de las canonjías y mamandurrias del sistema.

 

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