La OTAN no se fía de Sánchez

La OTAN no se fía de Sánchez
La OTAN no se fía de Sánchez

No hay que ser muy sagaz para llegar a la conclusión de que en la OTAN están aterrados y cruzan los dedos cuando falta tan sólo mes y medio para que se celebre en España la cumbre de la Alianza. No es para menos: es la reunión más importante de la OTAN de las últimas décadas, vital para replantearse una nueva estrategia atlántica ante la invasión de Rusia de Ucrania, y el Gobierno  de Pedro Sánchez ha desatado una portentosa crisis de seguridad después de que, para contentar a sus socios separatistas, les entregara la cabeza de la máxima responsable del Centro Nacional de Inteligencia.

Imaginen ustedes: los servicios de inteligencia han alertado de que Rusia prepara un ciberataque masivo durante la cumbre para dejar en evidencia a la OTAN justo cuando los servicios secretos españoles han sido injustamente puestos en la picota por el mismísimo Gobierno de España, acusados de ineficaces por un Ejecutivo que públicamente ha denunciado que fue espiado a través del sistema Pegasus.

En estas circunstancias, la OTAN ha pedido a Pedro Sánchez garantías de que la cumbre de Madrid se celebrará en un entorno seguro. La desconfianza de la Alianza Atlántica está más que justificada. Porque lo ocurrido es surrealista: el Ejecutivo de Pedro Sánchez claudica ante los golpistas que le mantienen en el poder y destituye a la responsable del organismo que vela por la defensa de la seguridad nacional y que, como es natural, controló los movimientos de los sediciosos que, para más inri, habían encontrado en Moscú un aliado para sus fines rupturistas. Y, ahora, la amenaza de un ciberataque impulsado por Rusia es más real que nunca.

En la OTAN están que no les llega la camisa al cuello y han trasladado al Gobierno de Sánchez un mensaje instando a que la cumbre debe ser absolutamente segura en un momento en que el planeta vive uno de los momentos más delicados desde la Segunda Guerra Mundial, con Rusia amenazando incluso con utilizar armamento nuclear. El problema es que con Sánchez la seguridad nunca está garantizada.

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