La noticia cultural del año

La noticia cultural del año

De momento es sólo una hipótesis, pero muy bien encarrilada. La noticia no atañe a una disciplina artística específica, ni a un sector poblacional concreto; sino a toda la humanidad. Una vez más, Andalucía demuestra su importancia en el germen de la civilización. Dice la leyenda que allí se guardaban las cenizas del propio Hércules, aunque me temo que pasará como con los restos de Cristóbal Colón, que están en la catedral de Sevilla y en otros tantos sitios más. Cada uno que piense lo que quiera. En cuestiones como éstas todos estamos implicados, descendemos de este mismo tronco. Son demasiados siglos de historia, que hacen que nos hermanemos hasta con nuestros peores enemigos. La ley del tiempo se impone, ayudada por la Arqueología, para volver a poner en valor la enjundia y la esencia de la Antigüedad, esa guía magistral para entenderlos y entendernos.

Uno de los edificios más importantes de la historia de la humanidad, del que se tiene constancia por las fuentes de los clásicos, como Estrabón, había permanecido hasta ahora en ubicación desconocida, por más que rigurosos arqueólogos habían intentado dar con su paradero. Se sabía que estaba por la zona de Sancti- Petri, donde sólo se conserva ya un islote que sigue luchando contra el oleaje. Parece que una lucha fructífera, cuyo objetivo ha sido que no nos olvidáramos de él. Científicos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y de la Universidad de Sevilla afirman que han localizado las trazas del mítico templo de Hercules Gaditanus, el más rico e importante de Occidente. El edificio monumental parece estar exactamente en el caño de Sancti Petri, en la bahía de Cádiz, entre Chiclana de la Frontera y San Fernando. Ha sido intuido gracias al análisis de las mediciones del territorio mediante un software. A una profundidad de unos 12/14 metros, la construcción rectangular de planta de 300 metros por 150 se vislumbra en una zona de difícil buceo por su gran corriente, que entorpece seriamente los trabajos de sondeo. Pero ni la mala visibilidad -se buceará con agua limpia en hora de remanso- ni las múltiples dudas y los atroces peligros van a minimizar ni por un segundo el entusiasmo de todo el equipo investigador, ni de todos los descendientes de aquella historia que ponemos en valor su esfuerzo y su osadía. Si todo sigue el curso esperado, será un descubrimiento espectacular, que puede hacer caducos a todos los manuales de Historia.

Hércules fue el único héroe que alcanzó el privilegio de ser ascendido al Olimpo. Allí fue recibido como una nueva divinidad. Demostró una capacidad excepcional de abnegación por el sufrimiento a través de sus múltiples aventuras, pero también se conocen sus abominables episodios degenerativos. Una personalidad compleja, y por tanto interesante y atractiva, que se ha nutrido de elementos fenicios, egipcios, helénicos e itálicos, hasta hacer sus patrias tan numerosas como su heroicidad. Haníbal se sirvió ya del templo de Cádiz para conocer el futuro de su expedición contra Italia y ofreció aquí los despojos obtenidos en la toma de Sagunto; luego fue Fabio Máximo quien visitó este templo, ante de iniciar su campaña contra Viriato; pero la experiencia oracular más legendaria fue la de Julio César, que tuvo allí el sueño premonitorio de su dominio del mundo. El descubrimiento de estas trazas es una noticia importantísima que, a pesar de ser aún sólo una brillante hipótesis, nos hará penetrar aún más en las andanzas de nuestros antepasados, en la riqueza y la complicación del ser humano, de la naturaleza y, sobre todo, nos demostrará que, al final, nuestra esencia es la misma entonces y ahora, llena de luces y sombras, tan efímera.

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